Las empresas Rosental Inversiones y Rossetti Desarrollos Urbanos, reconocidas por su destacada participación en Funes a través de relevantes proyectos residenciales y logísticos, han anunciado conjuntamente su entrada en el mercado uruguayo. Este viernes, presentaron el desarrollo del exclusivo barrio cerrado Vida José Ignacio, ubicado a tan solo 4 km del prestigioso balneario del país vecino, lo que constituirá un impulso significativo para la tendencia habitacional esperada en el departamento de Maldonado.
Durante la presentación del proyecto, Lisandro Rosental afirmó: “La Intendencia sabe que lo que se viene es la modificación del suelo hacia la vivienda dentro de barrios cerrados, por lo que el timing creo que es bueno para empezar este recorrido, siendo hoy un producto con poca competencia”.
Vida José Ignacio abarcará una extensión de 124 hectáreas, con 223 lotes que oscilan entre 4.000 m2 y 5.500 m2. El terreno se caracteriza por una topografía variada, con áreas planas y quebradas, lo que permitirá disfrutar de vistas con atardeceres excepcionales. “Caco” Rossetti destacó que la ubicación de la vivienda dentro del terreno ofrece diversas posibilidades para su disposición.
El proyecto ha superado las etapas de aprobaciones, permisos y viabilidad de servicios, y las obras comenzaron la semana pasada con la preparación del terreno para la infraestructura vial, así como la solicitud de presupuestos para la instalación de servicios. En cuanto a la infraestructura, el desarrollo contará con suministro eléctrico subterráneo, alumbrado público interno, abastecimiento de agua interno y conexión de fibra óptica. Rossetti señaló que no se implementará un sistema cloacal, sino que cada propietario deberá construir su propia planta de tratamiento al comenzar la edificación.
Según el empresario, las obras finalizarían en dos años, período durante el cual no se pagarán gastos comunes.
Entre las exclusivas comodidades de este desarrollo de lujo, se incluirán dos canchas de fútbol 7, una con césped natural y otra con césped sintético, cuatro canchas de tenis de polvo de ladrillo, dos canchas de paddle, una piscina de 35 metros por 10, un espejo de agua, un club house diseñado por el arquitecto Martín Aloja, áreas de juegos infantiles, un gimnasio de 150 m2 con vestuarios, áreas de estacionamiento, y dos quinchos con cocina, que se pueden combinar para albergar hasta 200 personas. Además, se incluirán embalses y lagos interconectados en la parte baja del desarrollo.
Asimismo, el desarrollo contará con una entrada principal desde la ruta 8 y otra secundaria en el sector este. Además, se está evaluando la posibilidad de construir una ciclovía paralela a la ruta “para permitir un desplazamiento más seguro desde el barrio hasta José Ignacio”, adelantó Rossetti. “Estamos trabajando mucho en lo que es la armonía de la zona rural o natural de José Ignacio y la urbanización que queremos hacer”, destacó. Agregó que, aunque “es una zona segura, sin delincuencia, vamos a poner mucho énfasis en la seguridad electrónica”.
Cabe destacar que, además de las prestaciones y amenities, los desarrolladores utilizarán materiales especialmente pensados para resistir la cercanía con el mar. “Si bien tratamos de trabajar con piedra y madera, tratamos de hacer un proyecto de calidad que no requiera un mantenimiento excesivo. Estar muy cerca del mar implica perder la armonía con la naturaleza y la urbanización”, indicaron durante la presentación.
En este sentido, los desarrolladores destacaron una salvedad con respecto al cercado de seguridad. Según adelantaron, para el cierre perimetral se utilizará un tipo de alambrado más amigable con el entorno, a diferencia del conocido alambrado olímpico típico en Argentina.
Una vez finalizadas las obras, los propietarios deberán cumplir con ciertas directrices establecidas en el reglamento de construcción, adelantadas por Rossetti: Se exigirán distancias mínimas obligatorias en el frente, parte trasera y laterales de las construcciones; se establecerá una superficie mínima de 200 m2 para la edificación y un máximo equivalente al 15% de la superficie del terreno en una sola planta (alrededor de 600 m2), con la posibilidad de construir hasta un máximo de 800 m2 en total, incluyendo la planta baja y un piso adicional.