Al campo ya se le dio el cambio

Por Fabiana Suárez

El hombre de Avellaneda confiesa su fanatismo por Federer al punto de seguirlo por el mundo. Hincha de Boca Junior, el sucesor de Meroi habla de su frontal relación con el poder político, las expectativas que tiene de Lifschitz y la ilusión que le despierta Macri.

Recién llegado del pavimento caliente de la calle, como buen hombre del norte, no se quejó del calor. Mientras nos acomodamos para la entrevista en su despacho fue inevitable abrir el juego con una pregunta íntima:

Confiese una pasión

El tenis, a muerte.

¿Lo juega?

Ahora tengo una operación de rodilla, solo juego dobles, cosa de viejos (risas). Me dedico a seguir a Federer (Roger). Lo vi jugar en Dubai, en el Abierto de Madrid, en el US Open. Cuando se retire no sé si vale la pena ir a ver jugar tenis. Aunque sea el número dos le lleva una distancia abismal al resto.

¿Cómo tomó el triunfo de Macri?

Con mucho entusiasmo. Venía apostando a un cambio interesante como se dio. Ahora uno ve que hasta Massa (Sergio) hubiera sido distinto, no así Scioli (Daniel). La continuidad con cambio que decía Scioli iba a ser continuidad.

¿Lo sorprendió la salida del cepo?

Me sorprendió por lo rápido. Lo cumplió y le salió demasiado bien. Nadie lo pensaba . El tema del tipo de cambio hasta lo favorece al Banco Central por la venta del dólar futuro que tenía. Creo que todo se dio en un contexto de muchas expectativas, de mucho apoyo al cambio. Ahora ya no hablan de la conversión porque se apuesta a un mejor tipo de cambio, a mejores políticas de gobierno.

¿El campo como lo tomó?

Al campo ya se le dio el cambio. Estoy convencido de que hoy los productores están dispuestos a seguir sembrando, aun cuando no les favorece mucho este tipo de cambio que creo debería estar en $14,50 o $15. Por más que se diga que no se vende soja porque el productor especula, la especulación del productor hoy solamente es la necesidad. El día que el productor tiene necesidad vende porque es su moneda de cambio.

Pero no deben faltar temas para hablar con el ministro de Agroindustria.

Hablé en dos oportunidades con Ricardo Buryaile y en esas dos ocasiones fue claro en decir: “Señores , estamos haciendo las cosas distintas”. Él habla desde su diálogo constructivo con las entidades. Días después de la asunción de Macri habían llevado las retenciones del biodiesel a valores que les dijimos estaban errados y las bajaron. Escuchan, dialogan.

Con el gobierno tengo diferencias en el costo del combustible. Las petroleras hoy están manejando un costo fiscal para el país de 5000 millones de dólares de subsidio, no es poca cosa. Eso se tiene que corregir. Igual, la maraña de problemas que le ha dejado el gobierno anterior hace que esto no sea posible hacerlo de la noche a la mañana. No creo que sea la intención de este gobierno que el campo siga subsidiando. Hay gente que necesita la tarjeta sube y está bien, pero el que puede pagar que pague.

Tengo un departamento al lado de la Embajada de Francia, pago por la factura de gas $30 bimestrales, y en mi casa de Avellaneda pago $700 por mes, y estoy solo con mi mujer. La luz en Capital Federal me cuesta $90 y en mi casa del norte de Santa Fe $1.400. Tampoco le podemos pedir a este gobierno que en dos meses resuelva las cosas.

Efectivamente hay mucho por resolver, ¿verdad? Una infraestructura obsoleta por ejemplo.

A todos los niveles, donde vaya. Lo peor está en la provincia de Buenos Aires; no se puede andar por esas rutas.

Sin embargo, Scioli estuvo a poco de ganar.

Estuvo a dos personas: Zannini (Carlos) y Fernández (Aníbal). A Scioli tuve que aclararle que mientras que él festejaba las 21 terminales portuarias privadas que tenemos, el que era su vicegobernador, Mariotto (Gabriel), las quería estatizar. Después de ese episodio nos volvimos a ver y se acordaba de mí.

¿Siempre es tan frontal?

Lo soy. Fui frontal con Antonio Bonfatti al costo de no poder compartir un estrado con él. Él era gobernador y yo presidía el Consejo Regional Económico del Norte de Santa Fe. Ahora Miguel Lifschitz anuncia en Avellaneda obras para el norte, lo que Bonfatti no hizo.

¿Cómo lo ve a Lifschitz?

Con un poco de preocupación porque en campaña dijo que no iba a modificar los impuestos. Estuvo almorzando en la Bolsa de Comercio, y esa misma tarde la Corte Suprema de Justicia fallaba a favor de Santa Fe. Y a poco sale el Presupuesto Provincial donde incorpora varios impuestos nuevos, con aumento de la alícuota del inmobiliario rural inclusive. Este aumento de impuestos nos pone fuera de competitividad en relación al resto de las provincias de la región centro. Fuimos con varias entidades a que vete la Ley de Presupuesto y nos dijo que no podía hacer ese “mamarracho”, que ese presupuesto lo había hecho el gobierno anterior. Igual no queremos criticar, solo expreso la preocupación de los sectores de la producción. Nos decían que aumentaban los Ingresos Brutos porque el Gobierno Nacional no les daba lo que correspondía pero ahora hay un fallo de la Corte Suprema que se cumple. Hago votos para que haga lo que dijo que va a invertir en infraestructura.

¿Qué obras considera prioritarias?

Estamos preparando un programa general de acceso a los puertos junto con los intendentes del área metropolitana de Rosario . En época de campaña tenemos doble cola en la Autopista. Debe hacer muchas obras que en los dos últimos gobiernos no se hicieron. Debe manejar con el gobierno nacional temas como la AO12, las rutas 33,34 y la 11. La ruta 98 también está mal.

¿Lo visualiza la continuidad de los gobiernos anteriores?

Lifschitz es otra cosa y confío en su capacidad, y los vamos a acompañar desde la BCR. Necesitamos una provincia equilibrada.

¿Cómo le gustaría que se recuerde su paso por la BCR?

Logrando una BCR activa que se proyecta en la comunidad.

¿Qué proyectos tiene?

Estamos trabajando sobre la compra de un terreno en área industrial para montar nuestro laboratorio. Y tenemos otro terreno donde se proyecta un edificio de oficinas conectado a la BCR.

¿Cómo ve al mundo y su impacto sobre Argentina?

No estamos en un buen momento, no es el viento de cola del gobierno anterior. Hasta Menem (Carlos) con el viento de cola que tuvo el kirchnerismo hubiese sido diferente. Era China creciendo a tasas locas y un Brasil que no se privaba de nada y nosotros con Cuba y Venezuela no supimos aprovechar ni valorar lo que tuvimos. Ojalá que se dé aunque sea dentro de 20 años. Estamos en una situación de futuro mejor porque hay una gran masa de la población mundial que tiene posibilidad de comer. Tenemos que exportar valor agregado, nos habían prohibido hasta eso.

Argentina hizo mejor las cosas en épocas austeras.

No sabemos administrar la abundancia.

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