El 3 de marzo se cumplieron 35 años de la creación de Fundación Libertad. En vísperas de su tradicional cena anual en Ciudad Autónoma de Buenos Aires, su presidente Gerardo Bongiovanni, afirmó: “En un momento me emocioné recordando aquel día en el estudio de Hernán Racciatti, en Sarmiento y Santa Fe, y a mucha gente tan querida como Rogelio Pontón y Antonio Margariti. Hoy lamentablemente ya no están entre nosotros, pero ayudaron muchísimo al desarrollo de la institución”.
En una nota brindada a CNN Radio Rosario, relató: “Tuvimos un origen muy rosarino, muy desde cero. Empezamos con una pequeña oficina frente al diario La Capital y luego alquilamos la de al lado. Estuvimos allí por más de diez años. Tuvimos un crecimiento paulatino pero consistente, adaptándonos al entramado empresarial de Rosario, al cual considero extraordinario”.
Bongiovanni hizo hincapié en la expansión del think tank. “La apertura internacional llegó primero. En aquellos tiempos traíamos premios Nobeles. Entendimos rápidamente que Argentina era un país que se estaba cerrando y que una gran ventaja comparativa nuestra debía ser mantenernos conectados con el mundo y favorecer la integración internacional”, contó.
Por otro lado, destacó el crecimiento fronteras adentro: “Estamos muy activos en Buenos Aires y en las principales capitales de la Argentina. Tenemos un espíritu federal que queremos llevar a la práctica”.
En lo que respecta a la gran cena anual de mañana, el presidente de Fundación Libertad ponderó la lista de invitados de honor al evento. Entre ellos se encuentran Isabel Díaz Ayuso, presidente de la Comunidad de Madrid; Cayetana Álvarez de Toledo, periodista, historiadora y política española de raíces argentinas; Felipe Calderón Hinojosa, ex presidente de México; Jorge Quiroga Ramírez, ex presidente de Bolivia; Sebastián Piñera, ex presidente de Chile; y el juez Sergio Moro, actual senador de Brasil y protagonista del Lava Jato que derivó en la prisión de Luiz Inácio Lula da Silva.
“En lo que no hemos sido muy eficientes es en ayudar a cambiar Rosario y la Argentina”, reflexionó Bongiovanni. A esta afirmación agregó: “La política tiene una gran asignatura pendiente. Argentina se va deteriorando, al contrario de la mayoría de los países de América Latina. Este año es muy complicado”.
Finalmente, en lo que respecta al panorama nacional electoral, comentó: “El kirchnerismo intenta ser oficialismo y oposición a la vez, sin dejar los cargos de poder, algo grotesco. Por otro lado, hace seis meses parecía obvio que Juntos por el Cambio ganaba con comodidad, pero se ha enredado en una interna. El fenómeno Milei no sabemos si va a seguir creciendo o si tiene un techo, apalancándose en el enorme descontento que hay con la política, el cual desde luego está justificado”.
