El intendente Pablo Javkin mantuvo una importante reunión con el recientemente asumido ministro de Seguridad provincial Claudio Brilloni. Según indicó, durante la misma se efectuó un análisis del territorio y una puesta en común acerca de algunos lineamientos a seguir para tratar la escalada de violencia en la ciudad. “Pudimos trabajar sobre el territorio con alguien que lo conoce, lo cual resulta absurdo tener que destacar. Es importante contar con alguien que conoce el mapa de la ciudad”, apuntó.
Si bien el intendente se mostró conforme con la designación del nuevo ministro, aclaró: “Esto no se va a arreglar con un cambio de nombres, pero (Brilloni) es una persona con la que se va a trabajar de forma más consistente. Lo importante es que tenga recursos y capacidad para armar su equipo”.
En cuanto a los temas a tratar en la ciudad, Javkin puso la lupa sobre “lo que sucede dentro de las cárceles” y el aumento de la presencia efectiva de las fuerzas federales en la calle. “Esto requiere decisión política federal y nacional. A muchos les queda cómodo municipalizar un tema así”, dijo. En esta misma línea, subrayó: “La Argentina está absolutamente impotente en la lucha contra el narcotráfico. Si eso se combina con la dificultad de tener en la calle presencia para cuidar a nuestra gente, entonces la combinación es terrible e inaceptable”.
El intendente aclaró que elevó un informe destinado a Alberto Fernández en el que se especifican las acciones más urgentes a ejecutar en el territorio rosarino. “Son cuestiones muy puntuales en la justicia federal, en las fuerzas de seguridad, el servicio penitenciario y en la destinación de recursos para, por ejemplo, urbanización. Argentina tiene sobradas condiciones para ejecutarlas. Si me dan la posibilidad, yo mismo las ejecuto. El gran problema es la discusión en abstracto sobre un tema que es bien directo y que hace a la vida de la gente”, señaló.
En este punto, criticó el comunicado de Casa Rosada y los dichos de Aníbal Fernández, ministro de Seguridad de la Nación. “Cuando uno se agarra de partes de la verdad, no dice toda la verdad. No niego que haya allanamientos y operativos, pero también es cierto que no hay movilidad para las fuerzas federales. La respuesta es solucionar el tema, pero eso no va a ocurrir con pedacitos de verdad, sino con una acción coordinada”, afirmó.
“Se acostumbran a creer que el problema es Rosario. Están locos. El problema es cómo circulan la droga y las armas en Argentina. La violencia que se da acá es porque el Estado no regula como en otras partes”, agregó”.
Más tarde, se refirió a los aprietes que reciben comerciantes y emprendedores de diferentes barrios. “Hay una industria generada a partir de la amenaza. Es algo bien de mafia. Ahora se están estableciendo protocolos porque no puede ser que alguien llamando por teléfono o mandando un WhatsApp exija recursos. Sin embargo, a un fiscal le lleva apenas 20 minutos descubrir desde dónde parten las amenazas”, criticó.
Finalmente, concluyó: “Me importa nada la grieta. Me importa que vivamos más tranquilos. Se instala una idea sobre Rosario como un lugar maldito. Tendremos que pagar el costo, pero vamos a pelear hasta el final para solucionar estas cuestiones”.
