Según se desprende del último informe presentado por la Bolsa de Comercio de Rosario, se estima una caída del 25% en la producción respecto a los 49 Mt que se esperaban con un escenario climático normal en diciembre. La sequía ya recorta 12 Mt de soja y se calcula que será la peor cosecha argentina de los últimos 15 años.
Por otro lado, desde el organismo afirmaron que los escenarios de corto, mediano y largo plazo son adversos para el país y se teme que el próximo recorte deje al ciclo 2022/2023 con el peor guarismo de producción de esta serie de datos.
Con este volumen estimado (37 Mt) habrá casi un 13% menos de cosecha que hace un año atrás, cosecha también afectada por la falta de agua. Se estima un rinde nacional de casi 24 qq/ha (23,96) y un área que no cosechará en 504.000 ha. Se advierte que las pérdidas de área, sobre todo en soja de segunda, pueden dispararse y empezar a ser masivas si no hay un auxilio inminente de lluvias importantes y generalizadas.
Por otro lado, advirtieron que, de forma inédita, no pudieron sembrarse 1,1 millón de hectáreas con soja.
Se esperaban sembrar hasta hace un mes 17,1 M ha con la oleaginosa. Hoy se da por terminada la siembra con un ajuste que lleva la siembra nacional a 16 millones de ha. Se ha descontado de la intención original 360.000 ha en Santa Fe, la provincia más afectada por la falta de agua.
En Buenos Aires el recorte es de 300.000 ha; en Entre Ríos, 220.000 y en Córdoba, 205.000. Es la primera vez en 15 años que se descuenta semejante nivel de hectareaje.
El informe sostiene que Santa Fe tiene la situación más delicada en cuando a su producción. Pierde 5 quintales y 1 Mt de producción, en comparación con el año pasado. No obstante, ninguna provincia alcanza siquiera los 27 qq/ha en la primera estimación de soja 2022/23.
En lo inmediato se necesitaban en la región central al menos 25 mm para detener la muerte de plantas por estrés termo hídrico. Esto, sobre todo, en lotes de soja de segunda. En el resto de los cultivos, al menos 25 mm daban chances de superar el mes de enero. Los ingenieros coincidían en señalar que este evento marcaría un antes y un después en la pérdidas y la condición de los cultivos. El avance de un sistema frontal desde la Patagonia provocó inestabilidad y lluvias y tormentas. El mejor desempeño estuvo sobre el sur de la región pampeana. Algunas localidades del extremo sur de Buenos Aires han recibido valores en torno a los 40 mm (Pigüé y Bordenave). Pero en el 75% de la región núcleo no se superaron siquiera los 5 mm.
Luego, hasta el 18 de enero, los modelos no muestran posibilidades de nuevos eventos significativos hasta el momento. La NOAA hasta el 24 de enero da en sus modelos de acumulados mejores posibilidades de lluvias para el norte y el oeste de Argentina.
En el largo plazo, para febrero y marzo, la predicción que integra 12 de los modelos más consultados del mundo muestra lluvias inferiores a lo normal en Argentina. Lamentablemente, el peor comportamiento lo tendría el centro sur de la región pampeana. Al lado, se muestran también los mapas de valores de lluvias medios para Argentina y la evapotranspiración para dicho período (febrero-marzo). Se observa que, incluso en un año normal, los valores de evapotranspiración son similares a las lluvias medias, y la importancia capital que tienen las reservas hídricas de los suelos para sostener los cultivos.