Con 70 años de historia, la panadería Ecuador encara este 2023 agregando propuestas a sus conocidos productos que parten de la sede central en barrio Belgrano. Para esta nueva temporada está preparando la apertura de dos locales donde, además de su panificado, ofrecerá servicio de cafetería. ON24 dialogó con Manuel Moreno, cuarta generación de la familia al frente del negocio, quien contó detalles de la expansión de la firma.
Manuel nació en la panadería de Ecuador 757, allí su bisabuelo Doroteo y su esposa Casilda, comenzaron a trabajar pan en 1952 con un horno que estuvo en actividad hasta hace pocos años. La pasión y el emprendimiento pasó a la siguiente generación, Manolo (hijo de Doroteo) y Monona, y años más tarde a Daniel Moreno, la tercera generación, que hoy en día sigue en la elaboración acompañado de su esposa y sus hijos.
Allí aparece Manuel, que, junto a su padre, su mamá Gabriela y su hermana Violeta, forman parte del cuarteto familiar que lleva adelante este histórico negocio de la zona oeste.
Los primeros pasos se dieron en calle Ecuador, aunque Manuel reveló que años antes de la apertura oficial su bisabuelo trabajaba “puertas adentro” y hasta se podía verlo repartiendo los pedidos en su adolescencia. Años más tarde, a fines de los 80, pegaron el salto “a la avenida” y abrieron un local en Provincias Unidas al 800, casi esquina Zuviría.
Ahora buscan dar un paso más, pero sin perder la esencia que los llevó a subsistir durante más de siete décadas.
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“Teníamos ganas de expandirnos a otras zonas y ya mi papá tenía la idea de abrir una panadería con cafetería. Ahora se dio la posibilidad en la zona de Aldea, Hostal del Sol, cerca del aeropuerto donde hay mucho auge y no hay muchas opciones de lo que vamos a ofrecer”, contó Manuel Moreno sobre una de las próximas aperturas.
Concretamente será en Newbery 9125. La firma unió dos locales del complejo Vientos Verdes para lograr un espacio para alrededor de 60 comensales. “Va a tener un buen lugar tanto al aire libre como adentro, donde habrá desayunos, meriendas, brunchs, y las bases de la panadería que tenemos actualmente”, comentó el encargado del negocio.
Por otro lado, el local de la avenida se muda a poco más de 100 metros y pasa a Provincias Unidas 990, con la misma idea que llevará la sucursal de Fisherton: servicio de cafetería más los productos de siempre. Allí se podrán ubicar más de 50 clientes. La decisión de desembarcar a metros del anterior local se debe a la apuesta por mantener la clientela de la zona, que tiene un gran potencial con la presencia de los colegios San Antonio de Padua y La Inmaculada y, por supuesto, las Cuatro Plazas.
Tanto el de Newbery como el de Provincias Unidas se abastecerán con la producción del local de calle Ecuador, sin embargo, cada uno tendrá una cocina “donde se elaborarán otros productos que hoy la panadería no ofrece”, dijo Moreno en referencia a la ampliación de la carta que supone la atención al público en el lugar.
La idea de la familia emprendedora es abrir ambos locales en febrero, para ello se están llevando a cabo remodelaciones al mismo tiempo: “Pudimos encontrar los lugares exactos para hacerlo, es difícil encontrar un local donde sientas que está en buenas condiciones y que te pueda ir bien y nosotros pudimos hacerlo”.
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“A pesar de que cuesta, estamos con muchas ganas y con la confianza de saber que tenemos un buen producto para llevarle a la gente, hace 70 años que está la panadería y vamos a meterle con toda para que las cosas vayan bien”, remató Moreno y adelantó que próximamente habrá búsqueda de personal para atención al público en ambos comercios.
Con 70 años de experiencia, la panadería Ecuador se hizo fuerte en barrio Belgrano. Famosa por su pan, Moreno detalló que la vigencia de la marca se debe a la “producción artesanal” de cada producto: “Somos una de las pocas panaderías que sigue trabajando con el amasado la tarde anterior y se deja leudando unas 8 horas y en la madrugada se produce. En la actualidad el pan, muchas veces, se amasa en el momento y se le ponen aditivos, pero nosotros respetamos el proceso más natural del pan. Agua, levadura, sal y harina, nada más”. La misma línea siguen todos los productos de confitería y panadería.