Las perspectivas para la industria del transporte de graneles secos se muestra pesimista para 2023 y el panorama podría extenderse hacia 2024, según el último informe trimestral de la agencia Maritime Strategies International que divulgó la Bolsa de Comercio de Rosario.
Los bloqueos en China y las preocupaciones sobre el mercado inmobiliario en ese país tuvieron un impacto grande en el mercado de carga seca a granel durante los últimos seis meses. Ejemplo de ello ha sido la caída de la producción mundial de acero en alrededor de un 5%, con las importaciones de mineral de hierro cayendo alrededor de un 3%.
El mercado de carga seca a granel se benefició este año de un reemplazo de envíos realizados habitualmente en contenedores, producto de que estos fletes alcanzaban niveles históricos altos. Pero, de acuerdo con el informe de la BCR, a medida que las tarifas de las cajas bajan, las cargas que se habían cambiado a carga seca a granel ahora regresan a los contenedores.
Por el lado de la oferta, la congestión portuaria que había actuado para restringirla ha visto una mejora importante este año con la cadena de suministros comenzando a normalizarse.
Un análisis reciente mostró que alrededor del 7 al 10% de la flota de carga seca a granel estuvo atrapada en la congestión de los puertos el año pasado, lo que equivale aproximadamente a la cantidad de tonelaje requerida para atender el comercio de mineral de hierro entre Australia y China. “Entonces, tenemos todos esos barcos regresando a la flota comercial, lo que obviamente va a ser perjudicial para los equilibrios del mercado”, advierten.
Por tanto, a corto plazo, se espera ver una cierta recuperación durante los próximos seis meses respaldada por factores como un mayor consumo de acero. “Si vemos que bajan los precios de las materias primas, eso generará más comercio, especialmente en lugares como China, que son muy sensibles a los precios cuando se trata de mineral de hierro y carbón”, indica el reporte de la Bolsa.
Sin embargo, mirando más allá de los próximos seis meses, se espera que el mercado sea más débil en su conjunto. La Agencia espera ver una recesión cíclica en el mercado durante los próximos dos o tres años, caracterizada por una debilidad pronunciada en las ganancias de los graneleros impulsada por la continua erosión de los factores de apoyo y el tibio crecimiento del comercio mundial.
En general, una visión negativa de los volúmenes de mercado y en las perspectivas de ganancias coincide con un sentimiento cada vez más bajista para la economía global; de hecho, una caída más drástica en la economía mundial sigue siendo una perspectiva realista. Pero, al menos para los graneles secos, China todavía tiene potencial para sorprender al alza.
GRAN ROSARIO
En el año 2022, según la información brindada por el sistema STOP, ingresaron a los puertos y plantas del Gran Rosario un total cercano a 1,8 millones de camiones, portando un estimado de 54 millones de toneladas de granos. Cabe recordar que, en el año 2021, el número de camiones ingresados al Gran Rosario se acercó a los 2 millones, producto de la buena cosecha.
Para el 2023, de acuerdo con las estimaciones de la BCR, podría haber un menor ingreso de camiones a la zona producto de la sequía que afectó la campaña fina y la siembra y el desarrollo de los cultivos de la campaña gruesa 2022/23. En total, la institución local estima que el ingreso de camiones a las terminales del Gran Rosario se ubicaría entre 1,6 y 1,7 millones de unidades.
Al mismo tiempo, señala que podrían ingresar unos 820.000 camiones portando soja a lo largo de 2023, en torno a 660.000 camiones de maíz y algo menos de 100.000 camiones de trigo, con el resto de los cultivos completando el total. “Por supuesto, esto se trata de estimaciones preliminares, realizando supuestos sobre el rinde, área cosechable y aplicando una distribución mensual de los ingresos de mercadería a la zona de acuerdo con datos históricos. De mantenerse el clima seco sobre las zonas productoras de nuestro país, es probable que estos números deban ser revisados a la baja”, alerta.
En términos de cómo se repartirían estos ingresos de mercadería al área a lo largo del año, a diferencia de los años previos, se espera una mayor presión logística a partir de los meses de julio y agosto, producto de la mayor proporción de implantaciones de maíz de siembra tardía y la dilación en las labores.