La cadena láctea advierte que mas del 60% de los tambos corren riesgo

En una “Carta abierta de la Cadena Láctea a la sociedad argentina”, una decena de organizaciones que representa a productores e industriales alerta por los graves problemas que enfrente el sector.

Textualmente el comunicado firmado por la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (Apymel), la Cámara Argentina de Fabricantes y Proveedores de Equipamientos, Insumos y Servicios para la Cadena Láctea (CafyPel), el Movimiento CREA, la Fundación para la Promoción y el Desarrollo de la Cadena Láctea Argentina (Funpel), la Cámara de Productores de Leche Cuenca Oeste (caprolecoba), el Centro de la Industria Lechera (CIL), la cámara de productores que nuclea a tamberos del Abasto de Buenos Aires denominada Una Sola Voz (USV), la Junta Intercooperativa de Productores de Leche y la Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada (Coninagro), señala lo siguiente:

La Cadena Láctea Argentina atraviesa una situación crítica, agravada en los últimos meses y con resultados negativos que generan preocupación. Aun así, los 365 días del año, 10.076 productores lecheros de las 14 cuencas del interior del país, 670 industrias y cientos de miles de trabajadores del campo, la industria y el transporte contribuyen con su trabajo y esfuerzo para que la leche y los productos lácteos de calidad lleguen a la mesa de cada uno de los argentinos y argentinas.

Lo hacemos porque amamos nuestra actividad y porque entendemos la responsabilidad que conlleva. Por eso trabajamos con compromiso, tanto social como ambiental, pudiendo dar cuenta de ello a cada uno de los habitantes de Argentina y del mundo que disfrutan los más de 11.000 millones de litros de leche que producimos anualmente y que son transformados en productos de calidad.

Hoy, la actual situación de sequía generalizada, que afecta a la totalidad de las cuencas lecheras del país, nos está golpeando fuerte. El impacto en los costos de producción por este efecto combinado con medidas como el «Dólar Soja» ya supera el 13%, y se suma a un aumento inflacionario en dólares del 20%, que acelera la caída en la generación de valor de la cadena que en octubre de este año, fue negativa en 5.001 millones de pesos. Esta situación pone en un estado de vulnerabilidad a los tambos de menor escala, menos de 4.000 litros de producción de leche por día, que reúnen al 64.1% del total de tambos del país.

Este escenario nos plantea un desafío grande, muy grande: tenemos que redoblar los esfuerzos para sostener el funcionamiento del sistema. La Cadena Láctea Argentina realiza un aporte de importancia en la generación de riqueza para nuestro país, generando 200.000 puestos de trabajo, adoptando tecnología, apostando al crecimiento productivo y al bienestar animal; y en la línea del crecimiento sustentable en la que está alineada, tiene potencial para crecer y seguir innovando si se liberan las condiciones para que esto suceda.

El sector exportó en los primeros 10 meses del año en curso, 344.000 toneladas por un valor de 1.400 millones de dólares, sin dejar de abastecer las necesidades de Argentina.

Estamos convencidos de que los tiempos actuales nos exigen del trabajo conjunto de la sociedad para poder convertir este potencial en una realidad. En este sentido, es fundamental el compromiso de los trabajadores, productores, industriales, comerciantes y consumidores para definir acciones y alternativas superadoras que impulsen la actividad.

Para eso necesitamos una Cadena Láctea que pueda manejarse productiva y comercialmente con previsibilidad generando más valor para nuestro país. Es por esto que la época que atravesamos, nos convoca a trabajar unidos como sociedad, en conjunto con los estados nacional y provincial para así enfrentar los desafíos que el contexto nos plantea.

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