10 cosas que hay que saber sobre el uso de fungicidas en Argentina

Detrás de las últimas sequías se oculta un problema de grandes dimensiones: la resistencia de los hongos a los fungicidas.

Los principales fitopatólogos del país, junto a técnicos y asesores especialistas en cultivos extensivos de Argentina, se reunieron hace un par de meses para analizar y discutir la creciente problemática sobre resistencia a fungicidas. El Dr. Marcelo Carmona (FAUBA) fue el coordinador técnico del Simposio Internacional de Resistencias a Fungicidas organizado por UPL y así resumió las diez principales conclusiones emanadas del encuentro.

En los últimos años, productores y técnicos perciben cada vez más las ineficiencias de control de enfermedades fúngicas.

La aparición de casos de resistencia, las aplicaciones tardías o sin criterio técnico y la falta de implementación de un programa de Manejo Integrado de Enfermedades (MIE), surgen como las principales causas de la caída en la eficiencia de control.

La resistencia de los fitopatógenos a fungicidas ya se ha confirmado en varios cultivos y puede tornarse aún más grave en los próximos años.

Todavía se observan fallas en el diagnóstico, falta de criterio técnico y de uso de umbrales al momento de tomar las decisiones. Por ello, numerosas aplicaciones se realizan en forma tardía cuando la presión de inóculo es demasiado alta.

En muchas ocasiones no se respeta la dosis de marbete, tampoco se rotan los mecanismos de acción ni se incluyen fungicidas multisitio.

Productores y técnicos recurren habitualmente a mezclas de triazoles y estrobilurinas, basándose en la disponibilidad local, la logística, la planificación y el costo de oportunidad.

Los últimos años de sequía no han permitido ver en el campo la verdadera dimensión de los problemas de resistencia, por lo que no se visualiza el real impacto presente y futuro de los últimos reportes de casos resistentes.

Entre las tácticas anti-resistencia, en el Simposio se mencionaron: difusión y capacitación sobre la situación y peligro de los patógenos resistentes, uso de variedades resistentes/tolerantes, rotación de cultivos, uso de semilla sana o tratada eficientemente, uso de prácticas y moléculas, uso y aplicación de productos complementarios (control biológico, bioestimulantes, fosfitos, etc.), incorporación de moléculas multisitio a los planteos de protección química vegetal. Asimismo, se planteó la necesidad de verificar que las moléculas y dosis de ingrediente activo que componen las mezclas que se usen, sean correctas e igualmente eficientes para el patógeno a controlar.

Los especialistas coincidieron en que la amenaza de la resistencia seguirá incrementándose ya que, en la casi totalidad de las veces, se utilizan sólo fungicidas sitio-específicos que presentan mayor vulnerabilidad. Algunos ejemplos de enfermedades que fueron listadas como actuales y futuros problemas son: en cebada, Mancha en red y Ramularia; en trigo, Mancha amarilla y Roya amarilla; y en soja, Tizón púrpura, Mancha marrón y Mancha anillada. Colletotrichum y Phomopsis son otros patógenos que podrían amplificarse como resistentes en el futuro.

Por último, se manifestó la imperiosa necesidad de prolongar la vida útil de las actuales moléculas aún eficientes y de las que próximamente saldrán al mercado.

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