La secretaria de Planeamiento, Agustina González Cid, asistió a la Comisión de Planeamiento del Concejo Municipal, donde recibieron a vecinos de Fisherton, Portal de Aldea Abierta, San Eduardo y Hostal del Sol, en el marco del mensaje del Ejecutivo Municipal que se analiza en el Vasallo para modificar los lineamientos urbanísticos de la zona.
Paola Gallo y Florencia Casiello, del casco histórico de Fisherton, reclamaron se mantenga la actual fisonomía de la zona, argumentaron que hay calles angostas y expresaron su oposición a “cualquier modificación a lo que sea residencial”. En tanto, Enrique, otro vecino, recordó que cuando compró el lote hace 15 años “lo hice sabiendo que no tenía servicios, y compré un grupo electrógeno, pero justamente mi elección fue por el espacio verde”, que pidió se mantenga.
Además, una vecina de San Eduardo sostuvo que el área comprendida “entre Malabia y Aviador Gatti está consolidada” y consideró que hay espacios libres “frente al Aeropuerto”, al tiempo que otro vecino consignó que hay sectores que no cuentan con energía eléctrica, ni cloacas y estimó que “la normativa debería ir acompañada de infraestructura”.
En tanto, una vecina del Portal Aldea Abierto manifestó que “se tiene que aprobar la nueva ordenanza” y requirió que “no haya más de dos unidades por lote” y que “las calles Schweitzer y Real no sean corredores”.
Por su parte, González Cid resaltó que “es enriquecedor que los vecinos hagan sus planteos” e indicó que con la normativa propuesta “se están bajando las alturas”, al tiempo que subrayó que “nos interesa proteger el casco histórico”.
“Siempre tuvimos el objetivo de proteger al barrio y respetar las características de barrio jardín, al igual que contemplar cambios que se han ido dando”, expresó y puntualizó que con la normativa de hoy, “si piden un permiso para realizar planta baja y 3 pisos, se lo tenemos que dar”. A su vez, señaló que con la ordenanza propuesta “se baja la edificabilidad” y reiteró que podrían hacerse unidades “de oficinas o para alojamientos temporarios”.
También la funcionaria precisó que “se baja un piso en las áreas donde hoy se podría hacer hasta 3 niveles” y recordó que se propician sectores con unidades cada 500 m2 en zonas sin cloacas y cada 250 m2 donde existen cloacas. Aemás, indicó que para los corredores y, concretamente, para la Avenida Jorge Newbery, se plantea planta baja y cinco pisos, con deslindes, veredas verdes y jardines.
No obstante, el desarrollador Gabriel Pérez cuestionó que “las unidades funcionales sean cada 250 metros cuadrados”, porque “serán muy caras e imposibles de comercializar”.
De parte de los concejales, el edil Martín Rosúa, de Juntos por el Cambio, requirió la necesidad de que “se contemplen todos los intereses con criterio objetivo y racional”, mientras que su par Verónica Irizar, del bloque socialista, coincidió y sostuvo que “hay que generar una normativa para evitar que los rosarinos se vayan a Funes y Roldán”.