Con el objetivo de que los proyectos urbanísticos que llegan de la mano de desarrolladores privados al Concejo, no duerman durante años en las comisiones sin ser analizados, el concejal de Juntos por el Cambio, Martín Rosúa, propondrá que los expedientes de esta tipología cuenten con un límite de tiempo para ser evaluados y pasar al recinto.
“Voy a proponer en el Concejo que los expedientes que tienen que ver con convenios urbanísticos tengan un plazo máximo para su tratamiento en comisiones. Culminado el mismo, pasan directamente al recinto para que no queden dormidos sin que nadie se exprese”, adelantó el edil radical a ON24.
Es que recientemente ingresó a la Comisión de Planeamiento el expediente que contempla la torre de 200 metros de altura y 60 pisos que Obring y Sancor proyectan en Puerto Norte, con el aval de la Municipalidad a través de un convenio por el cual el privado compensaría la superficie cubierta con obra pública y paseo peatonal.
Consultado sobre en qué estado se encuentra el mismo, Rosúa manifestó que todavía no se empezó a analizar en Comisión y que posiblemente, no se trate hasta que no salga la nueva normativa para Fisherton y Rondeau, por lo que adelantó que presentará esta iniciativa. “Si no, te pasa de nuevo lo que ocurrió con el proyecto de Lattuca” (en el Parking Mall), que estuvo un año y medio en 3 comisiones.
Claramente, los tiempos del sector público no son los mismos que el privado, más en un contexto de extrema volatilidad e incertidumbre, en el que las condiciones macroeconómicas no ofrecen un clima de negocios estable.
En ese sentido, Rosúa indicó que si bien el plazo a establecer aún no fue definido, señaló que “va a variar dependiendo del instrumento que se trate” y consideró que, a priori, “no podría excederse de entre 3 a 5 meses”. “Nos importa la velocidad de respuesta al sector privado; la lógica del sector público tiene que entender el funcionamiento del privado”, recalcó.
Cabe destacar que el proyecto del concejal abarcaría, además de los convenios, los proyectos especiales, las articulaciones y las áreas de reservas. Es decir, “todos aquellos temas que tienen que ver con el relacionamiento con el privado y el desarrollo urbanístico y productivo de la ciudad”, apuntó.
MEGATORRE
La torre proyectada en Puerto Norte por Sancor y Obring -que se ubicaría primera en altura en Rosario y segunda a nivel país- dispondría de unidades para uso corporativo en los primeros niveles, mientras que en los superiores habría departamentos para uso residencial, de 2 a 5 ambientes con calidad premium. Todas las viviendas contarían con un espacio exterior y vegetación natural, el cual variará en función de la altura u orientación, y funcionará como filtro, protección y contención de los espacios interiores.
Además, prevé la instalación de comercios y servicios en la planta baja. E incorporaría, en el sector de barranca, un complejo de viviendas tipo dúplex, sumando piscinas, playas y una posible guardería náutica.
Desde el Justicialismo, ya se plantearon ciertos reparos al desarrollo, en la voz de Norma López, al tiempo que la presidenta del Concejo, María Eugenia Schmuck celebró la inversión prevista, en nombre del oficialismo.
Por su parte, Rosúa expresó no conocer aún en detalle el proyecto, pero resaltó que
“a simple vista, me parece atractivo que tenga un FOS (Factor de Ocupación del Suelo) bajo, no me preocupa que se compense con altura y me resultan muy interesantes las compensaciones que pueda haber para el Municipio en este caso, con un parque público y verde para la ciudad, que ofrezca una continuidad del paseo del río”.
A su vez, se mostró partidario de convocar a la Comisión a la secretaria de Planeamiento, Agustina González Cid, “que ha sido muy clara en las exposiciones”, y luego recibir también a las empresas desarrolladoras.
REDACCIÓN ON24