Si bien los datos de faena muestran ya una desaceleración en la actividad para esta categoría, el movimiento de vacas hacia otros establecimientos sigue siendo elevado, lo que denota la necesidad de aliviar los campos en pleno período de lactancia y servicios.
Los datos de septiembre muestran unas 190 mil vacas faenadas en el último mes. Si bien este número resulta un 17% superior al registrando en septiembre del año pasado, la merma respecto de agosto (-5%) comienza a reflejar la retracción de compras por parte de la industria ante la caída de la demanda China. Aun así, en los primeros nueve meses del año, la cantidad de vacas enviadas a faena sigue siendo elevada, con un total de 1.911.800 cabezas, implica un 15% más que lo faenado un año atrás e incluso algo más que lo faenado en igual período de 2020.
No obstante, el indicador más contundente en lo que respecta a lo ofertado que se encuentra el mercado de vacas surge de los datos de movimiento de hacienda. De acuerdo a las cifras publicadas por SENASA, en lo que va del año ingresaron a los predios feriales con destino hacia otros establecimientos un 17% más de vacas en el año pasado.
Pero lo llamativo de este indicador no radica tanto en el incremental de oferta sino en la curva de salida que ha comenzado a configurarse en los últimos dos meses, contrariamente a lo que indicaría su patrón estacional.
Quitando el dato de mayo de 2021 de la serie por tratarse de un mes signado por una fuerte disrupción comercial, vemos que la mayor oferta de vacas se produce generalmente previo al ingreso del invierno, cuando los campos más limitados en términos de oferta forrajera deben aliviar la carga.
A partir de agosto a septiembre los potreros ya se encuentran relativamente más estabilizados en su carga, por lo que la oferta de este tipo de hacienda comienza a menguar hasta tanto comience a salir nuevamente la vaca vacía y seca, luego de los primeros tactos.
Lo que marca este septiembre es una muy fuerte oferta de vacas en remate ferias, que prácticamente estaría igualando el dato de mayo, en pleno pico de estacional de oferta, cerca de 267 mil cabezas ingresadas para venta a otros establecimientos, un 30% más de lo registrado en agosto y 50% más de lo registrado en septiembre del año pasado.
Esto sin dudas se está viendo reflejado en menores precios pagados no solo por el descarte, que en el último mes perdió más de un 30% de su valor producto de la menor tracción exportadora, sino también por la vaca preñada e incluso por la vaca con cría, categorías que también registran retrocesos que rondan los 5 puntos porcentuales, en términos nominales.
En este contexto, pero bajo un escenario de precios sostenidos desde la exportación, posiblemente la liquidación de vacas hubiese sido aún más pronunciada. Por el momento, los niveles de faena -aunque elevados- siguen fluctuando dentro de los niveles considerados de equilibrio para el stock.
No obstante, aun con similar número de vientres en stock, de prolongarse la seca, no se descarta un impacto importante sobre la producción futura en función del efecto que termine generando no solo sobre los kilos destetados en el corto plazo sino también sobre las preñeces logradas durante este período.
Fuente: RosGan