Por Roberto A. Vázquez Ferreyra – *Ex Juez en lo Civil y Comercial
Cualquier encuesta que se haga dará como resultado que la mayor preocupación de los argentinos pasa por la inflación, el desempleo, la inseguridad, la falta de inversiones, la huida de los jóvenes al exterior en busca de un futuro, y algún que otro tema más. Se trata de los temas que ocupan la agenda o preocupación de la inmensa población, pero parece ser que no son los temas de la agenda política, o de los políticos en general.
Es que la agenda política de los argentinos desde hace más de una década la maneja Cristina Fernández de Kirchner. Guste o no, ha sido ella siempre la que ha impuesto los temas que dominan la discusión política. Lo mismo ocurrió incluso durante el período 2015/2019 en que Mauricio Macri y Cambiemos tenían a su cargo el gobierno de la república. Es un hecho tristemente indubitable que la oposición nunca ha sabido generar temas de agenda, y siempre ha marchado varios pasos atrás. Muchas veces por incapacidad, y otras por corrección política. Lo expuesto se ha visto agravado desde que el Fiscal Luciani expuso su alegato en uno de los juicios por la corrupción. Desde ese día todo, absolutamente todo tiene como eje central a Cristina Fernández quien de una manera u otra orienta a sus fieles en el sentido por ella deseado, arrastrando a todo el arco político en la misma senda.
La oposición se ha esmerado en demostrar su falta de creatividad para generar agenda. Tal vez sea por el hecho de que muchos de los que deberían generar agenda, son ilustres desconocidos que nunca han demostrado ningún pergamino en la actividad privada o que se han deslucido cuando han pasado por la función pública. Y todo indica que no habrá muchos cambios de acá a las elecciones de 2023. La pobreza de liderazgo es tan manifiesta que desde la muerte del ingeniero Lifschitz que no aparece un candidato natural a la gobernación de Santa Fe, y ni hablar que dos de los senadores nacionales y varios concejales rosarinos -más allá de su buena o mala gestión- han llegado a la función pública por ser conocidos al haber trabajado en los medios de comunicación visual.
Cabe preguntarse si no será hora de que la oposición deje de lado las rencillas que se producen cuando se anteponen ambiciones personales y las peleas por figurar en alguna lista, y en su lugar trabajen en una agenda que realmente interese a todos los argentinos. Temas sobran. Días atrás participamos en una reunión en el Senado de la Nación para tratar el tema de la justicia federal y la inseguridad en la provincia de Santa Fe. En tal reunión participaron dos senadores nacionales por la provincia de Santa Fe -de los tres que son- y unos muy pocos diputados. La falta de interés del resto de los representantes fue manifiesta, y eso que se trataba uno de los temas que más preocupan a santafesinos y rosarinos en particular, que ya tenemos 202 asesinatos en lo que va del año.
Ante la falta de ideas, me permito proponer algunos temas que bien podrían formar parte de la agenda de la oposición. Entre ellos la reducción del gasto público y la correspondiente baja de la presión impositiva, la generación de un plan integral de seguridad, la simplificación y seguridad para inversiones y emprendimientos y otros tantos. Pero con esos pocos creo que hay para entretenerse. Lástima que hasta ahora ninguno de ellos forma parte de la agenda política o de los políticos en general.
