La Organización Internacional Agropecuaria (OIA) realizó su encuentro anual, este año con dos actividades: el Seminario “El camino hacia lo orgánico. Un cambio posible”; y las Jornadas de Producción Responsable y Diferenciada (Jornadas PROD).
En su 16° edición Jornadas PROD reunió a casi 200 integrantes de la cadena agroalimentaria y a prestigiosos oradores que compartieron su visión sobre la producción diferenciada como camino hacia sistemas sostenibles y rentables. Cómo crear y capturar valor en la cadena fue el disparador de este año. El desafío es encontrar espacios en el mercado interno y aprovechar las oportunidades que ofrece el mercado externo.
En la apertura, Oscar Solís, Subsecretario de Agregado de Valor y Nuevas Tecnologías del Ministerio de Agricultura Ganadería y Pesca -MAGyP-, afirmó que “todas las organizaciones debemos trabajar alineadas para poder comercializar nuestros productos, y el sector orgánico es clave para que la marca “Argentina” se posicione en el mundo”.
Pedro Landa, Director de OIA, consideró que “los productores argentinos tenemos ventajas competitivas únicas: los ecosistemas que nos presta la naturaleza, nosotros debemos interpretar la visión del consumidor, que hoy pide atributos diferenciales, y trabajar para satisfacer esa demanda cada vez más exigente”.
Del panel extranjero, participó Olaf Banse, experto en ferias internacionales, quien aseguró que trabajando conjuntamente productores, el sector público y organismos de certificación, Argentina puede ser un gran proveedor de productos en cantidad y calidad diferenciada.
Como ejemplo se refirió a Biofach de Núremberg: “es la feria de alimentos más importante de las 176 que tiene Alemania, en 2014 la visitaron 15 mil argentinos, nadie creería que nació como un mercado local de productores orgánicos hippies que vivían en comunidad, pero así fue. Tuvieron la visión y la llevaron a cabo”, afirmó Banse.
Otro aporte destacado fue el de Achim Viereck, Consejero Agrícola de la Embajada de Alemania, quien señaló que “mi país lidera la importación de productos orgánicos de la Unión Europea con un 30% del total, y los productos argentinos certificados pueden entrar al mercado porque la normativa es igual, ventaja con la que no cuentan Uruguay ni Chile”, señaló. Pero advirtió que “es un mercado muy exigente que necesita volumen, por lo tanto no es compatible con el concepto de saldo exportable que rige el comercio exterior argentino”.
En EEUU el mercado orgánico creció un 13% el último año, es el principal destino de las exportaciones orgánicas argentinas. Lázaro Sandoval, Agregado Agrícola de la embajada de EEUU, sostuvo que “el consumidor norteamericano prefiere un producto que provenga de una pyme o empresa familiar y la trayectoria. A su vez, su motivación de compra se rige por consumir productos saludables, libres de pesticidas, que no dañen el medioambiente”.
Nicolás Apro, del Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnología de Industrialización de Cereales y Oleaginosas de INTI, llamó a tomar conciencia de que Argentina es mucho más que soja, maíz y trigo, que hay más de 30 granos en todo el país y cultivos regionales que se pueden vender elaborados en infinidad de productos.
“Comoditizamos todo y perdemos de vista oportunidades de crear procesos de agregado de valor”, advirtió. Y agregó que “el mercado da señales de un cambio del modelo alimentario hacia productos saludables, con atributos diferenciales y beneficiosos para la salud, nosotros tenemos las condiciones y la capacidad para ocupar un rol protagónico, debemos tomar la decisión y hacerlo”.
La logística es un aspecto insoslayable y clave de la cadena agroalimentaria. Pablo Peruzzotti, inspector técnico del Servicio Nacional de Sanidad Alimentaria del Ministerio de Agricultura de la Nación -Senasa-, aconsejó: “en logística hay que tener claro que, aun en las mejores condiciones en las que envíe un producto fresco, en el transporte apenas pueden mantenerse sus características y nunca mejorarse, por eso hay que enviar siempre lo mejor y utilizar la mejor logística viable para el producto”. Según el especialista, “no contar con una logística eficiente significa pérdida de tiempo, deterioro del producto, pérdida de calidad, pérdida de dinero y, lo más importante, pérdida de clientes”.
Se hace camino al andar
Como antesala de las Jornadas, durante la mañana se realizó el Seminario El camino hacia lo orgánico. Un cambio posible del que participaron funcionarios de organismos públicos y productores interesados en conocer más sobre la producción orgánica y los mecanismos de certificación. También empresas que ya certificaron como yerba mate Guidaí de Misiones y el ingenio La Esperanza de Jujuy, que certifica 5 mil hectáreas de caña de azúcar.
Según Landa, Argentina es el país que mayor desarrollo tiene de productos orgánicos, luego de la Unión Europea y Estados Unidos, lo que plantea un terreno fértil al desarrollo de más y mejores productos.
Todas las certificaciones son garantías del cumplimiento de diferentes normativas que exigen los mercados del mundo. La ley orgánica es la más completa, contempla toda la cadena (producción primaria, insumos, proceso, empaque, comercialización). Es una herramienta de diferenciación muy importante que desde 2007 es equivalente a las normativas orgánicas de la Unión Europea, Japón y Suiza.
Gabriel Berardinelli, Gerente de Certificaciones de OIA, destacó la posibilidad de certificar la implementación de la norma orgánica y, hasta tanto se cumplan los dos años mínimos que exige la ley, obtener el sello Orgánico en Transición para poder comercializar en el mercado interno.
“El sello “orgánico en transición” es una alternativa muy interesante que contempla la ley para los productores que certificaron y que deben esperar el plazo reglamentario para obtener el sello definitivo, se trata de productos orgánicos 100% que pueden encontrar canales diferenciados en el mercado interno”, explicó.
Los orgánicos representan entre el 1 y 2% de la producción nacional y se exportan en un 90%. En 2014 se exportaron 169 mil toneladas de productos, el 52% se embarcó a Estados Unidos y el 24% a países de Europa.
Una característica de los productos certificados, especialmente los orgánicos, es que los gobiernos tienen control de los mercados. En Argentina el Senasa es el organismo de control. Landa destacó que “el mercado de orgánicos nacional es transparente, nos conocemos todos y se formó una trilogía entre el Estado, los productores y las certificadoras que trabaja muy seriamente”.
Una de las tareas pendientes es informar y promover los productos diferenciados por certificaciones como la orgánica. “Tenemos un trabajo muy importante por delante que es aprender como consumidores a leer y entender las etiquetas, porque son la manera más visible de reconocer los productos que dan garantías de su valor agregado”, indicó Landa.
En esta tarea de información se hizo eco Facundo Soria, de la Dirección de Agroalimentos del MAGyP, responsable de la campaña Orgánico Argentina, que recientemente estrenó junto a MAPO -Movimiento Argentino para la Producción Orgánica- el sitio online www.organicoargentina.com. Desde el 2012 trabaja en la creación y posicionamiento del sello como marca país de productos diferenciados.
“Nuestra propuesta está dirigida a los productores y consumidores con mensajes centrados en la importancia de tomar conciencia y actuar hoy como un compromiso con el futuro”, indicó Soria.
Hoy producir orgánico no es un imposible, hay mecanismos, hay asesoramiento, existen las herramientas para facilitar el camino y hay un creciente mercado interno y externo. Landa, resumió que “el productor que está en sintonía con su producción, que ama su campo, sus animales y que está convencido de que no va a usar una parva de productos que agredan el sistema, también está en sintonía con lo orgánico, puede dar el paso, la convicción es el motor del cambio”.