En los últimos días, el gobierno de España aprobó una reforma que posibilita a trabajadores extranjeros e inmigrantes conseguir un empleo legal. Según explicaron, se debe a la falta de personal en diferentes sectores como turismo o agricultura.
El Consejo de Ministros tomó esta decisión al ver una elevada tasa de desempleo y, según el propio titular de la cartera de Seguridad Social, José Luis Escriva, el objetivo es desarrollar “una migración regular ordenada y segura”. El país ibérico sufre una desocupación que alcanza el 12,36% de la población activa (la más alta de la eurozona) y no encuentra mano de obra para sectores como la hotelería, la agricultura, la construcción o los transportes.
En cuanto a los inmigrantes, los anuncios pretenden “mejorar el modelo migratorio español y sus procedimientos, en muchos casos lentos e inadecuados, lo que genera periodos prolongados de irregularidad, con altos costes sociales y económicos”, señalaron.
Las empresas de los sectores mencionados denuncian estar limitadas a contratar personal y eso reduce sus perspectivas de crecimiento.
El texto facilita especialmente la regularización de los inmigrantes sin papeles que ya están en territorio español desde hace más de dos años. Quienes se encuentran en esta situación podrán acceder a un empleo de forma legal o realizar una formación en los sectores en los que existen muchas vacantes sin cubrir.
La reforma simplifica el acceso al empleo para los estudiantes extranjeros, que podrán trabajar hasta 30 horas por semana durante sus estudios, e incluso acceder después al mercado laboral sin la necesidad de haber vivido tres años previos en España.
La nueva norma favorece igualmente la reagrupación familiar y la concesión de visados de trabajo en los sectores de actividad más tensionados y simplifica los procesos administrativos a seguir.