“El panorama es complicado y se avizora un clima aún peor”

Sobre importaciones advirtió que el Central exige se paguen a 180 días de recibir la mercadería. "Suponiendo que el importador lograra obtener ese crédito de su proveedor, recibe el producto, lo va a vender en pesos y va a tener que comprar dólares dentro de 180 días. ¿A qué valor?"

Ya se vienen consultando distintos sectores, desde hace un tiempo, en este largo período donde la economía argentina se encaminó definitivamente a una crisis y en la que parecen haberse acelerado los plazos para el impacto, en un mar de incertidumbres que parten desde el Gobierno Nacional, y que repercuten en todos los mercados del país.

Por caso, en esta oportunidad desde Federación Gremial de Industria y Comercio (FECOI), que contiene una gran cantidad de empresas de distintos sectores, su Presidente Edgardo Moschitta, manifestó expresamente su preocupación en diálogo con CNN Radio Rosario, por las  dificultades que distorsionan el normal y habitual flujo comercial. Faltan listas de precios, faltan productos, incertidumbre sobre la reposición.

“El panorama es complicado y es generalizada la complicación”, comenzó diciendo Moschitta, “lo que ocurre es que tiene distintas expresiones, o una confluencia de dificultades que hacen a que el contexto va interrumpiendo el normal fluir de la economía”.

Hablando específicamente de los aspectos productivos de la industria evidentemente las restricciones a la importación de materia prima está generando severas incertidumbres y ya en algunos casos faltantes.

Hay distintos tipos de dificultades, desde las autopartes que no llegan o a cuenta gotas hasta una simple tinta que se utiliza para imprimir un envase, porque son productos importados.

“Generalizando, de cada 10 productos que se fabrican en Argentina 7 tienen componentes importados”, expresó el Presidente de FECOI. Y continuó, entonces aparece una doble dificultad, primero hacerse de la mercadería efectivamente para poder continuar alimentando la línea de producción y por otro lado con las nuevas medidas respecto del pago de importaciones y entonces se genera una incertidumbre del costo de ese producto.

Hoy en día la mayor parte de las importaciones el Banco Central exige que se paguen a 180 días de recibir la mercadería. La primer dificultad es encontrar que un proveedor financie en este período cosa que no es muy habitual y mucho menos siendo residente en la Argentina. Y al riesgo propio comercial hay que agregarle el riesgo país de parte del proveedor que tiene que hacer la evaluación. Pero suponiendo que el importador lograra obtener ese crédito de su proveedor, va a recibir el producto, lo va a vender en pesos y va a tener que ir a comprar dólares dentro de 180 días. ¿Cuánto va a valer el dólar dentro de 180 días?

Cómo se hace para determinar el valor del dólar para poder planificar nuestro negocio en estas condiciones, y a partir de ahí es como se desgranan todas las dificultades, argumentó Moschitta.

En estas circunstancias, realmente hay un desconcierto total desde el gobierno nacional para abajo. “Es muy difícil poder hacer previsiones. Las reglas de juego están cambiando día a día. Aparece una norma, y mientras uno estudia cómo funcionaría o cómo impacta e inmediatamente al otro día cambia el rumbo y aparece otra norma, o un desfasaje de los valores del mercado que hacen que desaparezcan todos los factores que uno pudo haber armado. Es muy difícil planificar sin saber que esperar no a un mediano plazo, sino a mañana mismo es lo que crea nuevas dificultades”.

Hay muchas empresas que ante esta situación han optado temporariamente por no vender por algunos días pero por el otro lado tampoco se va a despejar en esos “algunos días” lo que llevará a un parate y se trabe toda la economía, porque se va a terminar frenando la producción; se terminará el stock y no tendrá más una forma de producir. La empresa que decide no vender por unos días hasta ver como se aclara el panorama, tampoco es pueda sostenerlo en el tiempo, son decisiones muy puntuales y por pocos días, aunque tenga stock y materia prima.

“Lo que sí se puede esperar por los menos es a una ralentización de la economía”, señaló Edgardo Moschitta presidente de FECOI. Y todo tiene un cuello de botella, produciéndose faltantes, fábricas paradas, personal suspendido. Algunas empresas (por ejemplo autopartistas) ya están anunciando que próximamente están previendo una parada para el mes de septiembre si no se regulariza el abastecimiento.

El quiebre del flujo de mercadería ya se produjo y no hay miras que esto se solucione en lo inmediato. Estamos en una situación angustiante y muy complicada; y con una tendencia que es aún más grave, que si bien es una tendencia, se empieza a confirmar. Cada vez es mayor el movimiento económico de divisas que se va desplazando hacia los dólares alternativos. De a poco va desapareciendo de la economía el dólar oficial, lo que generará aumentos de precios importantes.

Algunas empresas recurren al contado con liquidación para pagar ese producto o ese repuesto que le falta para no parar la producción y por eso se va trasladando. Ahora está pasando con los turistas, se habla de ajustar por el lado del agro con un dólar especial para que liquiden los granos que tienen y todo va generando una inflación como costo. No queda alternativa.

Los efectos negativos de una devaluación del oficial se están logrando de todas maneras porque se va a buscar el financiero y ajustan el precio a ese nivel y esto va empezando a ocurrir.

La complejización es generalizada en todos los sectores, se ven algunos casos puntuales en algunas empresas que puedan tener más stocks que otras pero faltan materias primas como la celulosa que se tiene que traer de afuera, tinta que se utilizan en los envases en cualquier producto, autopartes, neumáticos. No hay un solo sector, y si, prestarle atención por ser un rubro sensible es el de medicamentos e insumos de salud.

Esto es contundente, ante la gravedad y la situación generalizada, encontramos un gobierno con un ministerio de economía que hace anuncios, y sin ser medidas profundas, y anuncia un dólar más alto para turistas extranjeros. Lo que significa nada. Es decir, a todas luces que no tienen conocimiento de donde están parados ni lo que deben hacer.

A finales del año pasado, los turistas extranjeros cuando estaban por venir a la Argentina, tenían que abrir una cuenta bancaria para pagarle el dólar oficial. Resultado, no se abrió ninguna cuenta. Ahora en vez de facilitar la operación de los turistas de cambiar en el hotel tienen que hacer todo un trámite en los Bancos. El panorama es complicado y se avizora un clima aun peor. Dramático.

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