ADN para todos los gustos, ambientes y objetivos productivos.
Especialistas que pasaron por el ciclo diario de Agenda Aapresid nos invitan a arriar la mejor genética de carne que pisa el campo argentino. Desde las productivas y adaptables razas británicas, pasando por la reina del marmóreo Wagyu, las rústicas cumplidoras Braford y Brangus, la rendidora made in Argentina Limangus y la gaucha todo terreno Criolla. Un recorrido por sus principales virtudes y zonas productivas.
Británicas: adaptabilidad y productividad que domina a lo largo y ancho del país
Aberdeen-Angus es el recurso genético bovino mayoritario en la Argentina, “abarcando aproximadamente el 50% de la ganadería de animales puros y casi el 75% si se consideran las cruzas”, precisó Javier Martinez del Valle, Dir. Ejecutivo de la Asociación Argentina de Angus. La raza se adapta muy bien a ambientes restrictivos como la Cuenca del Salado o los bajos duros de las regiones templadas, mostrando que fertilidad y rusticidad pueden ir combinadas. Es muy versátil para diferentes modelos productivos, con excelentes ganancias de peso a pasto y una notable adaptación a ambientes muy diversos, desde la Patagonia hasta la Pampa húmeda y seca, destacó.
Por su parte, Hereford, se encuentra muy cómoda creciendo en Patagonia y Cuyo, pero también en la región pampeana hasta el Litoral. Comparte con Angus la gran adaptabilidad y productividad, pero la distingue su característica mansedumbre. “Una hacienda tranquila produce más y está más cerca de su ternero”, señaló Emilio Ortiz, Coordinador de la Subcomisión de Puros Registrados de la Asociación Argentina de criadores de Hereford.
Las asociaciones citadas brindan permanentemente herramientas para mejorar la pureza racial de la hacienda y asisten a las limitantes que tengan los criadores brindando soluciones de manejo genético. Por el lado de la comercialización, ponen todo su empeño en traccionar sobre la demanda de consumidores hacia la industria frigorífica, para que el productor pueda expandir el negocio asegurando el mejor valor posible.
Wagyu: la reina japonesa del marmóreo con gran potencial de mercado
Wagyu se posiciona como una raza con enorme potencial debido a la calidad y sabor de su carne. Los niveles únicos de grasa intramuscular o “marmóreo” le dan un gran valor nutricional y comercial, explicó Gustavo Almassio, productor Aapresid de Necochea que empezó a incorporar esta genética sobre animales Angus hace 9 años.
En cuanto al manejo, es clave la alimentación, sobre todo en el último tercio de gestación. Luego, la cría y recría es a pasto, seguido de un engorde a corral en base a granos que puede tomar 400 días para lograr un producto de extrema calidad, comentó. Su producción se destina principalmente a exportación y “es recomendable arrancar el negocio teniendo asegurado un comprador”.
Brangus y Braford: lo mejor de las razas británicas con la rusticidad del Brahman
Se trata de razas sintéticas cruza, concebidas para aportar rusticidad y adaptación sobre campos más difíciles y marginales. Como resultado, se ven animales con un muy buen potencial carnicero y eficiencia de conversión, versátiles tanto para sistemas de cría y recría como invernada ya sea a campo o feedlot. “Si bien Brangus es algo más rústica que Braford, esta última se destaca por heredar la mansedumbre del Hereford, explicó Gastón García, productor ganadero e integrante del equipo técnico de Bellamar Estancias.
Hoy en día se las encuentra muy establecidas, de sur a norte del país, con gran tolerancia a condiciones climáticas adversas o extremas como las que se vienen viendo en los últimos años. En general la proporción 3/8 y 5/8 de sangre cebuina y británica, respectivamente, es lo que funciona y se adapta bien a cualquier tipo de ambiente, dando plasticidad a la hora de terminar novillos, remarcó.
Limangus: más carne y de mayor valor, made in Argentina
En cuanto a las sintéticas cruza Continental, hace 40 años, se conformó Limangus en la Pampa Húmeda para aportar con Limousine más carne a las virtudes del Angus, explicó Fernando Luis (PROLIAR-Presidente de la Asociación de Productores de Limangus).
Está difundida en muchas regiones de Argentina, desde Norpatagonia a Salta, recurriendo en algunos casos a su cruzamiento con británicas y sangre índica. Según mediciones sobre gancho para mercado interno y externo, el plus de carne está entre un 2 y un 5%, con cortes más voluminosos, lo que eleva el valor de la media res en hasta en un 10% en comparación con británicas puras.
Criollo: un ganado “con aguante” y con nada que envidiarle a las británicas
Traída por los conquistadores hace 5 siglos, representa un recurso muy noble, que se destaca por su rusticidad y gran adaptabilidad, fertilidad y mansedumbre, enumeró Martín Garciarena, productor Aapresid de 25 de Mayo, Buenos Aires. A la lista de atributos se le suma el buen comportamiento sanitario y su longevidad, con vacas que pueden llegar tranquilamente, en promedio, hasta los 10 años o más en producción.
En su forma pura, este ganado es la opción indiscutida para lugares extremos, donde no pueden llegar otras razas, como zonas cordilleranas, o ambientes como la Puna donde el agua brilla por su ausencia. Como cruzante, principalmente con británicas como Angus, va muy bien en la llanura pampeana seca y en el Chaco árido y semiárido, “a la par de cualquier otro animal británico en cuanto a calidad de carne, si se le da el manejo adecuado”, afirmó.
Fuente: Aapresid