La Niña sigue vigente

La ausencia de precipitaciones generalizadas que se mantiene desde el inicio de mayo potencia el desecamiento superficial y condiciona el avance de la siembra fina.

El reciente informe del GEA de la Bolsa de Comercio de Rosario indica que ingresamos en la época del año en la cual las precipitaciones son más escasas. Mayo es el último mes con posibilidades de proveer algún buen aporte pluvial previo al invierno, en especial sobre el oeste de la región, zona con menor humedad edáfica. Pero los pronósticos de corto plazo no prevén precipitaciones significativas o generalizadas en lo que resta del mes, por lo que será difícil cubrir los requerimientos de los perfiles para alcanzar niveles de humedad cercanos a los óptimos.

Incluso, la evolución de las variables oceánicas y atmosféricas es consistente con las condiciones de continuidad de La Niña débil hasta el trimestre mayo-julio de 2022. Como si fuese poco, los modelos probabilísticos indican posibilidades que llegan a un 55% de contar con un evento Nina en la primavera 2022.

Malas noticias para la campaña 2022/23: no solo nos espera por delante una Niña en el invierno, sino que, además, tenemos chances de contar con este evento en la primavera, disminuyendo la posibilidad de contar con agua a la salida del periodo invernal.

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