El jueves pasado, se llevó a cabo el II Foro de Economía y Management en Salud, organizado por Fundación Libertad. El evento contó con expertos de Latinoamérica en la materia, como ser Emilio Santelices Cuevas, de Clínica Las Condes (Chile), y Luiz Fernando Lima Reis, del Hospital Sirio – Libanés (Brasil), quienes disertaron ante decenas de empresarios locales.
Ambos participaron del panel “Sistemas de salud comparados: Las experiencias de Chile y Brasil”, moderado por el empresario Roberto Villavicencio, quien, al concluir el espacio de preguntas para los disertantes, realizó un balance de las ponencias y subrayó: “Hay que mirar más a Chile”.
Para entender mejor la conclusión de Villavicencio, ON24 dialogó con Santelices Cuevas.
¿Por qué tendríamos que mirar más a Chile? ¿Qué diferencial muestra su país en el sector salud respecto a otros países de la región?
Yo creo que fundamentalmente hemos hecho un gran avance en la estructura administrativa y organizaciones reguladoras, que ha permitido hacer un buen desarrollo de políticas públicas. Por otro lado, desde el ámbito privado, ha existido un creciente fortalecimiento de la oferta de atención, de máximo nivel de excelencia, que ha permitido que sectores de menores recursos, a través de acuerdos con los entes aseguradores públicos, se puedan atender en los centros privados. Poder constatar que la complementariedad público-privada funciona es una gran ventaja, que es digna de poder mirar de otros países.
Muchas veces, acá en Rosario se escucha decir que “el negocio de la salud no es rentable”… ¿En Chile, sí?
Sí, en Chile yo creo que sí. Y la clave está en que claramente estamos buscando conciliar una atención de calidad, con costos que se acotan a partir de un mayor control de la variabilidad de la práctica clínica, y una instalación de estrategias más preventivas para los pacientes. Si conciliamos estos tres elementos, se puede generar un acceso que permita rentabilidad.
¿Hay diferencias considerables entre la prestación de salud pública y privada en Chile?
Nosotros tenemos un sistema de salud pública muy robusto en Chile. El 80% de la población accede al sistema público. Tienen acceso a medicina de buen nivel, gracias a sus escuelas de Medicina y a que los médicos que ahí atienden son los mismos de las privadas. Y también se están realizando esfuerzos por mejorar las tecnologías. Quizá, algunas coberturas y tratamientos sean mejores en el sistema privado, pero eso tiene que ver más con el desarrollo tecnológico de última generación que porque tengamos un problema estructural.
¿Cómo está posicionado el sistema de salud chileno en lo que refiere a tarifas al usuario?
Yo creo que nosotros tenemos tarifas extraordinariamente competitivas. Hicimos algunos análisis y, por ejemplo, tenemos de los costos más bajos a nivel mundial para realizar trasplantes. Contamos con equipos multidisciplinarios y una buena experticia, que nos permite disminuir los riesgos y mejorar calidad, resultado y costos.
¿Cómo es la relación del empresario de la salud con el gobierno?
Hoy día, yo diría que está un poco fracturada. Desgraciadamente, se ha planteado un cambio en la Ley de Aseguramiento Privado, pero sus alcances todavía son desconocidos. Pareciera ser que van más allá de lo que efectivamente se requiere y eso ha generado un grado de incertidumbre que no es sano para la industria.
¿Ese proyecto fue impulsado por Michelle Bachelet?
Claro. Es una amenaza de ley, cuyo contenido final no se conoce, así como tampoco sus fundamentos financieros. Lamentablemente, se sospecha que hay mucho de voluntarismo político ideológico detrás de esa ley.
¿Con Sebastián Piñera era mejor la relación?
Con él, se trató de impulsar también una ley, de la que a mí me tocó participar en una comisión, para establecer un plan garantizado de salud que buscaba perfeccionar el sistema de aseguramiento privado. Desafortunadamente, los actores políticos que entonces eran de oposición rechazaron esto y no prosperó.
REDACCIÓN ON24