Alimentó a Nadal y Nalbandian y ahora es emprendedora

Mariana Pagés le dio de comer a David Nalbandián, Rafael Nadal y a los All Blacks. Chef de profesión, es la responsable de la organización de las comidas del ATP Buenos Aires y, también, una emprendedora de la alta montaña.

Para entender su historia hay que ir por partes y remontarse a 2005, cuando fue elegida para preparar el menú del torneo de tenis. “Hace 10 años hago el ATP. Estaban cambiando la gastronomía y por un conocido me enteré de la búsqueda; presenté el menú y quedé”, narra en diálogo con Apertura.com. “Tengo a cargo la carta VIP, de 1400 cubiertos por día; la carta de jugadores; y todo lo que es el área pública, las hamburguesas y los panchos”, enumera Pagés.

Su trayectoria en las cocinas involucró, mucho antes que el polvo de ladrillo, a la Fundación Favaloro, donde Pagés hacía recetas especiales para celíacos, personas con presión alta y otras patologías. Por esa razón, contaba con los conocimientos necesarios para crear los menús de los tenistas. “Hay que estudiar sus necesidades. Por ejemplo, Novak Djokovic es celíaco”, rememora Pagés.

Además, asegura que “hay que ver qué les gusta comer y a eso sumarle que antes del partido hacen un snack que les da fuerza para ir a jugar”. Después del partido, “muchos comen proteínas e hidratos”.

Pagés recuerda que cuando Nalbandián jugaba, antes de empezar el partido tenía una especie de ritual. “Antes de todos los partidos se comía tres sanguchitos de jamón y queso”, cuenta y suma una anécdota que vivió con los All Blacks, la selección de rugby de Nueva Zelanda, durante una temporada en Punta del Este. “Les había preparado un plato de 50 centímetros de diámetro con frutas. Se lo llevamos a la mesa y se lo doy a uno de ellos para que se sirva y vaya pasando a sus compañeros, pero en vez de eso me dijo: ‘¿Y a mis compañeros no les sirven?’. Lo que yo pensé para 15, se lo comía uno solo”, se ríe a la distancia. Según cuenta, era un grupo pintoresco: “Se tiraban 7 juntos a la pileta y la vaciaban”.

Pero como dicen en las finanzas, la clave es diversificar, por lo que Pagés creó Cumbres Gourmet, junto a su pareja Nino Masi, quien también es andinista. “Organizamos salidas a caballo y en grupo en las que hacemos el mismo cruce de los Andes tal cual lo hizo San Martín. En cada parada cocino platos gourmet”, cuenta Pagés sobre su emprendimiento.

Con un precio de $ 35 mil per cápita, sólo realizan un cruce por año, en enero, debido a las condiciones climáticas favorables. Encima lleva todo, ya que no hay un supermercado en el medio de la montaña. “En animales de carga llevo discos de arado, el agua, los ingredientes y todo lo necesario”, finaliza la chef. 

 

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