La industria de extrusado de soja no para de crecer

En el año 2021 se superó el millón de toneladas producidas de expeller de soja por primera vez, en las 327 extrusoras que funcionan en nuestro país.

El complejo soja en nuestro país tiene un marcado perfil industrial. La mayor parte del procesamiento del poroto de soja lo realizan grandes empresas de capital nacional y extranjero localizadas principalmente en las zonas portuarias, destacando el polo industrial-aceitero del Gran Rosario. Estas industrias tradicionales utilizan una técnica de extracción de aceite por solventes (hexano principalmente), las cuales se caracterizan por tener grandes economías de escala, sistemas de producción capital intensivos con alta tecnología y por destinar gran parte de su producción a la exportación, tanto del aceite como la harina y los demás subproductos que elaboran.

Sin embargo, a lo largo del país existen también plantas procesadoras de soja más pequeñas que, a diferencia de las grandes empresas de la industria tradicional, destinan su producción mayoritariamente al mercado interno. Estas plantas, de menor escala productiva y con mayor dispersión territorial, utilizan una técnica de extracción que combina un extrusado previo de la soja con un prensado posterior, sin la utilización de solventes para extraer el aceite contenido en el grano y obtener a su vez expeller de alta calidad. Se estima que esta actividad de agregado de valor en origen comenzó a desarrollarse en Argentina promediando la primera década del siglo, teniéndose registro de que en el ciclo 2007/08 se contaba ya con la existencia de 45 plantas extrusoras en el país, por lo que es una industria que no cuenta mucho más de 20 años de vida. Esta novel actividad está en expansión en nuestro país desde sus inicios, y analizaremos en esta nota algunos de los principales indicadores de su actividad.

Plantas habilitadas y distribución territorial de la producción: Argentina cuenta con 327 extrusoras repartidas en 12 provincias y C.A.B.A.

Actualmente en Argentina existen 327 establecimientos habilitados como plantas industriales aceiteras por extrusado y/o prensado, según datos del Registro Único de la Cadena Alimentaria (RUCA), que están en manos de 315 empresas diferentes. Las plantas extrusoras del país se encuentran desperdigadas sobre 12 provincias argentinas y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

La provincia de Buenos Aires encabeza la lista en número con 96 plantas extrusoras, representando el 29% del total de plantas del país, seguido por Córdoba con 74 plantas y Santa Fe en tercera posición con 58 establecimientos. Es necesario aclarar que la información pública no distingue por tipo de oleaginosa que se industrializa, pudiendo incluir en esta lista algunas plantas de molienda de girasol o de alguna otra oleaginosa, pero la gran mayoría se destinan al crushing del grano más producido en el país.

A la hora de analizar la distribución en la producción de expeller de soja, vemos que la principal provincia productora en el año 2021 fue Córdoba, concentrando un share del 31,3% del total producido, seguido por Buenos Aires con un 28,5% y Entre Ríos con un 17,9%. El crecimiento ha sido heterogéneo en los últimos 5 años, con las producciones de Córdoba y Entre Ríos creciendo más que proporcionalmente adquiriendo una mayor participación del mercado. Mientras que, la producción de Buenos Aires y Santa Fe han cedido posiciones, dado que estas provincias ostentaban el 1° y 2° lugar, respectivamente, en 2017. Esta distribución territorial contrasta fuertemente con la industria tradicional de molienda de soja, en la cual el 90% del crushing estuvo concentrado en la provincia de Santa Fe en el año 2021.

No solo la concentración a nivel provincial es baja en relación con la industria tradicional por solventes, sino que también a nivel de molienda por establecimientos es sumamente baja. Según la última información disponible del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca para 2016, las tres primeras plantas en volúmenes de molienda concentraban apenas el 8% del total industrializado, al tiempo que en la industria tradicional, este porcentaje alcanzaba el 40% del total. A su vez, en las diez principales plantas extrusoras se concentraba el 22% de la molienda.

Evolución de la producción: en 2021 se superó por primera vez el millón de toneladas producidas de expeller

Como resultado del proceso de Extrusado-Prensado se obtienen principalmente aceite crudo desgomado y expeller de soja, que es el material sólido remanente de la extracción de aceite.  La producción de expeller de soja viene creciendo de forma prácticamente ininterrumpida desde que se comenzó a producir en el país según datos oficiales. Desde 2004 hasta 2021 la producción nacional se multiplicó por diez, al pasar de producirse poco menos de 100 mil toneladas al comienzo del período, a superar el millón de toneladas en el último año. Esta industria tuvo un crecimiento en promedio de 16,5% anual y su expansión ha sido prácticamente sin freno, salvo el período 2016 que presentó un decrecimiento en la actividad productiva.

Es necesario destacar que, aunque la expansión de la producción sojera en nuestro país se ha detenido, incurriendo incluso en una caída en los volúmenes producidos en las últimas campañas debido principalmente al pasaje de mayor hectareaje a maíz, el crecimiento de la producción de expeller ha proseguido con su impronta alcista.

La evolución de la producción de soja en los últimos diez años ha mostrado una tendencia heterogénea en nuestro país, llegándose a alcanzar un récord productivo en la 2014/15, cuando se produjeron cerca de 57,7 millones de toneladas, para luego estancarse. Respecto a la tendencia productiva de pellets de soja siguió una evolución similar pero no idéntica, con la importación de soja desde países vecinos permitiendo la estabilización de la operatoria en tiempos de faltante de materia prima, cómo en la sequía de la campaña 2017/18. La producción de expeller, mientras tanto, ha continuado creciendo de forma constante en el período: en la campaña 2020/21 se produjo 2,4 veces el volumen que se producía 10 campañas atrás (140% de incremento), mientras que la producción de soja en Argentina es apenas 0,9 veces la producción de la campaña 2010/11 (caída del 10%), y la producción de pellets es prácticamente la misma (2% de aumento).

Por último, para tener una visión más acabada de la cadena de industrialización de la soja y, en este caso, contemplar las posibilidades en el agregado de valor del expeller de soja, es importante referirnos a los avances realizados en la Proteína de Soja Texturizada (PST).

El proceso de “texturización” se realiza normalmente con la denominada harina “hi pro” y con el expeller de soja, y sus usos se vinculan principalmente a extensores cárnicos y enriquecedores en la industria alimenticia, aunque también puede consumirse como sustituto de la carne. Este producto está ganando terreno en los mercados mundiales debido a las preferencias de los consumidores en la incorporación de alimentos mejorados con proteínas vegetales. Esta tendencia se debe principalmente a factores como el crecimiento de la demanda de alimentos más saludables, ricos en proteínas y la mayor conciencia poblacional sobre cuestiones relacionadas a la salud. En muchos casos, se prefiere la utilización de expeller de soja en estos preparados, debido a su mayor contenido de grasa que el pellet común.

Si bien no se cuenta con estadísticas públicas acerca de la producción de este tipo de productos en nuestro país, según la última información disponible del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, en Argentina se produciría un total cercano a las 100 mil toneladas anuales  de proteína de soja texturizada (2017), lo que marca un importante potencial de la industria para avanzar en este tipo de productos.

Exportaciones de la industria extrusora

Las exportaciones de expeller de soja no son tan considerables en nuestro país como los envíos al exterior de la industria de crushing por solvente. A pesar de que para el año 2006 las exportaciones llegaron a representar cerca de 25% de la producción de expellers en el país, la producción de esta industria se fue volcando cada vez más hacia el mercado interno. En los últimos 5 años, las exportaciones de este producto representaron cerca de un 1% de la producción total en promedio.

En el año 2021 las exportaciones de expeller alcanzaron un récord en volumen desde el año 2008, al exportarse un total de 18.025 toneladas, por un valor cercano a los US$ 4,4 millones. Esto significó un incremento del 238% en tonelaje y de un 222% en divisas en comparación con el año 2020. No obstante, el récord en exportaciones en términos del valor se alcanzó en el año 2008, cuando este sector generó ingresos por exportaciones de US$ 9,2 millones de dólares.

En el siguiente gráfico se puede observar la evolución de las exportaciones de PST de nuestro país. En este punto, es necesario remarcar que, este producto puede producirse tanto a partir del producto de la industria de Extrusado-Prensado como así también de la industria de solvente, lo que no permite hacer diferenciaciones en este sentido.

Las exportaciones de proteína de soja texturizada (PST) han presentado una tendencia creciente casi ininterrumpida a lo largo del tiempo, arribando a un récord de exportaciones en el año 2021 en nuestro país de 35.645 toneladas exportadas, por las que habría ingresado un total cercano a los US$ 25,7 millones.

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