“Lamentablemente, el precio actual de los commodities ayuda parcialmente a paliar la baja producción: no cubre el balance negativo. La primera diferencia está en si es campo propio o alquilado y la otra en los rendimientos logrados, si fueron aceptables o bajos”. Los ingenieros de Bigand lo explican muy claramente, y agregan: hay una disparidad tan grande de resultados que algunos lloran y otros están felices.
En maíz hay rindes 20 a 105 qq/ha. “En maíz, el rendimiento de indiferencia estaba en los 50 qq/ha, por lo tanto para un propietario que logra alcanzar éstos rendimientos empata. Pero en lotes alquilados se necesitan 75 a 80 qq/ha, y los que sacaron menos entran en pérdida”.
En cuanto a soja de primera dicen que la situación es parecida. “Los resultados van de 15 qq/ha a 35 qq/ha. Con rendimiento de indiferencia entre 18 a 20 qq/ha en soja de primera, los propietarios salvan la campaña. Pero los que alquilan no porque necesitan 32 a 33 qq/ha.
También alertan: “hay numerosos lotes de segunda que no se cosecharán porque no hay producción”. “Esta campaña quedó marcada a fuego por la diferencia en las precipitaciones. Los sectores que recibieron buenos milimetrajes hoy festejan. Pero en el resto, los productores tendrán que enfrentar gravísimas consecuencias financieras y pueden quedar fuera del próximo ciclo”.
Fuente: BCR