La contradictoria amenaza del gobierno al sector cárnico -de prohibir exportaciones, cuando el Ejecutivo necesita dólares- marca un nuevo round entre las autoridades nacionales y los frigoríficos exportadores del ABC, signado por los cupos de embarques.
“El gobierno está largando los permisos de embarques muy a cuenta-gotas y las empresas están llenas de stock de carne para exportación y no pueden comercializarlo”, advirtió, en diálogo con ON24, el especialista y profesional de la industria frigorífica vacuna, Luis Medina. Incluso, alertó que algunas firmas “están reduciendo el volumen de producción y evaluando parar”, porque “hace meses que trabajan con capacidad ociosa”.
Medina señaló que teóricamente el cupo “debería estar en el 75% de lo que habían exportado antes de las restricciones”, que se dictaron a mediados del año pasado. No obstante, sostuvo que “es difícil de saber, porque se está empezando a manejar muy discrecionalmente como se hacía en la época de (Guillermo) Moreno (secretario de Comercio Interior (2006-2013).
Para el especialista, este tipo de medidas “nunca hay que verlas más que con lógica política, es decir, como mensajes hacia sus bases”, porque “jamás han dado buenos resultados”. En ese sentido, consideró que la salida a esta pulseada con los frigoríficos, que tienen capital inmovilizado para vender a sus clientes en el exterior, “es por el lado de cambiar la política exportadora, liberando a las empresas para que exporten y generar otro tipo de clima en los productores”.
PROVEEDORES SECUNDARIOS
Medina manifestó que, dada la lentitud para habilitar los cupos de embarques, “casi todos se están comiendo el capital que han generado (…) a pesar de que hoy los precios internacionales son buenos”. Así, lamentó que esta situación realmente “es una pena, porque son dólares que necesitamos en Argentina” ante un mercado internacional que “sigue demandando carne”.
Incluso, señaló que hay nichos de mercado que se están abriendo, como carnes orgánicas o alimentadas a pasto, para las cuales “los mismos productores reciben llamados desde el exterior”, porque “Argentina es uno de los pocos países que las puede proveer”, pero subrayó que lamentablemente “es una tarea titánica poner eso en un barco”.
“Nadie nos entiende, obviamente. Y los clientes empiezan a tenernos como proveedores secundarios, es decir, ante una demanda sostenida que tienen, primero buscan Brasil o Uruguay y luego vienen a Argentina, porque no somos confiables”.
REDACCIÓN ON24