Primero tener en claro que son los costos: Gastos económicos utilizados para realizar una determinada producción.
A su vez, estos se dividen en fijos y variables y sirven para sacar medidas de resultados, y si bien empezamos a trabajar en los costos al inicio de la campaña cuando proyectamos la misma, el resultado del costo final lo obtenemos cuando terminamos de vender el remanente final de dicha campaña. Este enfoque nos da una foto de la situación de la empresa y partimos desde ahí a la hora de plantearnos las distintas alternativas. Esto lo hacemos desde una visión estática.
Por otro lado, tenemos la visión dinámica a la hora de plantear este tema y es sobre el concepto de costo medio, que se define de la siguiente manera: “es la cantidad de producción necesaria para cubrir el gasto económico del costo”. Desde este punto de vista cambia el concepto porque ya no vemos a las erogaciones de dinero como un gasto sino como una inversión para obtener una determinada producción.
Veamos un poco estas diferencias: desde la visión estática yo gasto una determinada cantidad y obtengo una X cantidad de producción, en la visión dinámica, partimos de que cantidad de producción queremos lograr y cuanto tenemos que invertir para lograrlo midiendo que cantidad de producción se llevan los costos de la producción total.
Veamos unos ejemplos para graficar los conceptos:
Los datos mostrados a continuación son producto de un ensayo realizado en la localidad de Los Cardos sobre una soja 2° en suelos 3 campaña 14-15.
Aquí podemos ver como la producción es de 40QQ/Ha con el uso de fungicida mientras que la misma cae a 35QQ/Ha al no utilizar fungicida, por lo tanto, el costo medio pasa de ser el 57% de la producción sin el uso de fungicida a ser el 52,5% de la producción con el uso del fungicida. En otras palabras ya no veo al fungicida como un gasto, sino que paso a verlo como una inversión, invierto 1,05QQ/Ha en el fungicida para aumentar la producción en 5QQ/Ha y que el costo medio pase a ser de 57% a 52,5%. Por lo tanto, aumento la inversión para bajar el costo.
Es interesante ver que a veces si me planteo bajar costos no tengo que gastar menos, sino que en realidad tengo que invertir más para tratar de maximizar el margen.
Otro ejemplo que podemos citar es un ensayo en la localidad de María Susana campaña 14-15 suelo 1 lote de soja 2°, sobre el control o no de yuyo colorado.
Acá paso lo siguiente, se detecta amaranthus resistente en el lote, se informa al productor el tratamiento correspondiente, el productor decide no realizar la aplicación porque el costo de la misma era de 63 U$S/HA o 2,86 QQ/Ha, (pese a la indicación de la gravedad situación y su posible complicación a futuro), avanzada la campaña la infección de amaranthus se hace insostenible y el productor en la desesperación por pararlo pide un tratamiento de rescate el mismo tuvo un costo de 119.10 U$S/Ha o 5.41 QQ/Ha
Aquí también podemos ver como al enfocar el costo solo desde el punto de vista desde el gasto, la decisión de no invertir no fue la correcta ya que al final no solo se incrementó el costo en términos específicos, sino que además la incidencia de la maleza actuó compitiendo con el cultivo y no dejándole plasmar su potencial de rendimiento. Por lo tanto aquí se conjugan dos cosas el costo medio no solo aumenta por una disminución en el rendimiento sino que también por una mayor erogación de dinero.
Particularmente no creo que ninguna de estas dos visiones se contrapongan es más creo que se complementan y el tema pasa por cómo hacerlo, la idea es proyectar la campaña desde el concepto de costo medio, para definir, que vamos a necesitar para intentar obtener la producción proyectada y luego trabajar sobre el concepto de costo tradicional a la hora de tratar de cerrar precios y formas de pago y darle forma así al costo total.
Por lo tanto, creo que hay que tener mucho cuidado cuando se aborda el tema de costos, yo en estos meses vengo escuchando mucho que ante una campaña tan complicada en términos de rentabilidad hay que gastar lo menos posible, y creo que en realidad hay que tener mucho cuidado en donde aplicar las reducciones. Desde mi punto de vista no creo que sea una buena idea bajar el paquete tecnológico para gastar menos porque esto va a repercutir en los rendimientos y en definitiva uno va a terminar gastando más desde el punto de vista del costo medio o viéndolo desde el punto de vista del margen este va a ser menor. Creo que el tema va a pasar por saber que uno va a tener que invertir si o si y sabiendo esto la pregunta que tenemos que hacernos es ¿cuál es la mejor manera hacerlo? En vez de si debo ¿gastar o no gastar?
Autor: Lic Marcos Magnago – Agromaker