A través del comercio exterior, las Pymes tienen un segmento que hasta ahora no estaba explotado: el de poder ofrecer sus productos en diferentes marketplaces globales, desde Amazon a eBay pero también a otros países como China y distintos lugares de Europa. A partir de este nuevo segmento las Pyme pueden comenzar a exportar a otros países tanto productos autóctonos de la Argentina como productos demandados en todo el mundo.
Además, este proceso es más sencillo que antaño: hoy existen empresas especializadas en la exportación, por lo que la empresa no tiene que lidiar con los procesos burocráticos de la exportación, como permisos, impuestos y demás.
La interacción con y en la Web ya forman parte del núcleo de negocios de las firmas. Así prácticamente el 100% de las pequeñas y medianas empresas argentinas poseen acceso a Internet, según surge del Estudio de Internet y Conectividad en Pymes realizado por Prince & Cooke. Las Pymes están listas para dar un salto cualitativo hacia al comercio electrónico.
En este sentido, el papel de las nuevas empresas enfocadas en ventas al exterior es clave. Y es que desde hace un tiempo comenzó a crecer un nicho de negocios enfocado en facilitar el proceso tanto de exportación como de importación de productos desde y hacia el exterior. Para los consumidores, se abre un nuevo canal de compras que permite traer productos de todo el mundo. Pero para las empresas locales, en particular las Pyme, se genera un nuevo canal de ventas que les permite llegar a todos los posibles consumidores del mundo.
Con el crecimiento del e-commerce y la digitalización de las ventas, las Pyme encontraron, a través de las ventas al extranjero, un segmento que hasta ahora no estaba explotado: el de poder ofrecer sus productos en diferentes marketplaces globales, desde Amazon y eBay hasta tiendas digitales de China y Europa. De esta manera, las Pyme pasan a tener “un mercado del mundo” donde ofrecer sus productos, con todas sus ventajas incluso la posibilidad de vender en dólares. Además, este proceso es más sencillo que antaño: hoy existen empresas especializadas en la exportación, por lo que la empresa no tiene que lidiar con los procesos burocráticos de la exportación, como permisos, impuestos y demás.
Por caso, la empresa argentina Aerocargo es una de las que se subió a la tendencia de ventas al exterior por parte de Pymes. El servicio, de hecho, es “puerta a puerta” por lo que los productores pueden hacer entregas directas a clientes de todo el mundo.
La inscripción no tiene requerimientos especiales, explican desde la empresa, y aclaran que solo se necesita tener número de CUIL o CUIT. La empresa afirma, además, hacerse cargo del proceso de papeleo necesario para habilitar la importación. De hecho, la empresa ya cuenta con más de 13.000 clientes y han transportado 34.000 kilos de mercadería.
El asesoramiento llega también al momento de la transacción y de recibir el pago, que puede ser en dólares. Por lo que es una fuente de ingresos adicionales en divisa extranjera para la empresa.
Usando este método se pueden abrir oportunidades de negocio en dos de los grandes mercados del mundo: China y EE.UU. donde la empresa tiene centro logístico propio. Las entregas se pueden realizar en 4 días hábiles.
Actualmente, las Pyme pueden exportar casi cualquier tipo de producto pero los rubros más destacados son laptos (que muchas veces se traen en cantidad tanto para abastecer flotas propias como para reventa), repuestos de auto y de maquinaría en general (que son muchas veces difíciles de encontrar en el país) y artículos deportivos de toda índole. Otro punto clave es la exportación de productos autóctonos del país. Por caso, los artesanos pueden llevar sus manufacturas hacia mercados del exterior y poder cotizarlos en dólares.
Fuente: infotechnology