Teniendo en cuenta que buena parte de la soja de primera de la región pampeana está atravesando el período crítico en estas condiciones agroclimáticas, se estima un rinde nacional de 26,4 qq/ha.
El reciente informe del GEA de la Bolsa de Comercio de Rosario estima que el 28% de la soja está en condiciones regulares, o sea 4,5 M ha. En condiciones malas hay 1,1 M ha, un 7% del total sembrado, de las no llegarían a cosecha 750 mil ha. Aparte, por falta de agua se han dejado de sembrar 100 mil ha en el norte argentino y sur de Buenos Aires, por lo que el guarismo de área total con soja en esta estimación de febrero es de 16,11 M de ha.
Teniendo en cuenta que buena parte de la soja de primera de la región pampeana está atravesando el período crítico en estas condiciones agroclimáticas, se estima un rinde nacional de 26,4 qq/ha —1,3 quintales menos que el año pasado— y una producción de 40,5 Mt, o sea un 10% menor que la del ciclo 2021/22. Lamentablemente, de esta manera se confirma el horizonte productivo proyectado en enero de 40 Mt que dejaba fuera de las posibilidades un escenario de normalidad y rindes promedios históricos para el ciclo 2021/22 de soja en Argentina.
Ninguna provincia supera los 30 qq/ha en la primera estimación de soja 2021/22
Incluso el año pasado, que fue una campaña complicada, Santa Fe y Córdoba superaron la valla de los 30 quintales. Esta vez, Córdoba hace punta con solo 29,3 qq/ha de promedio, casi 4 quintales menos que los obtenidos en el anterior ciclo. En producción, teniendo en cuenta la menor área sembrada y la gran caída en rinde, significa que este año habrá 2,75 Mt menos de soja. En un escalón por debajo, les sigue Santa Fe y Buenos Aires con 28,3 y 28,2 quintales respectivamente. Comparando con el año pasado, Santa Fe pierde 2 quintales y 1 Mt de producción. Buenos Aires sí recupera producción respecto al mal año que tuvo en el 2021, subiendo 3 quintales y ganando 1 Mt. Si las lluvias acompañan al cultivo en los próximos 15 a 20 días más puede haber algunas mejoras, pero también nuevas caídas si se confirman los pronósticos de escasas lluvias. Las sojas de segunda también están en una situación muy vulnerable y necesitan de agua en forma urgente para no seguir perdiendo potencial de rinde.