En un acto encabezado por el presidente del Grupo Gamma, Mario Tourn, en el Auditorio del Hospital Privado de Rosario, se presentó el Programa de Reducción de la Contaminación Acústica. El mismo tiene por objetivo generar acciones en cada una de las instituciones que integran la red para la reducción del ruido.
En el ámbito hospitalario, la contaminación acústica se destaca por la frecuencia, intensidad e impacto negativo potencial tanto en el desempeño del personal como en el bienestar y descanso de los pacientes. Según informó la agencia local Rosario Es Más, existe evidencia de asociación entre la interrupción repetida del descanso de los pacientes por contaminación acústica y la menor capacidad de recuperación. Ello debido a respuestas fisiológicas mediadas por el estrés, fundamentalmente durante las horas de descanso.
“En instituciones de salud es muy importante que manejemos esta problemática y que tratemos de bajar esta conminación, fundamentalmente pensando en el paciente, ya que es un ámbito donde está susceptible y merece que nosotros cuidemos todos los aspectos que pueden llegar a aumentar su estrés, y que tengan efectos fisiológicos no deseables”, expresó Laura Welker, gerente de Calidad y Seguridad Asistencial del Grupo.
Entre los factores de contaminación acústica, el 75% corresponde a la voz humana y el 25% a equipamiento como carros, camillas, y dispositivos técnicos. “Si implementamos acciones que tiendan a disminuir sensiblemente el tono de la voz humana, vamos a estar actuando en ese porcentaje del factor contaminante. Lo primero que hacemos es determinar zonas, y en cada una de ellas vamos a manejar el comportamiento de dos variables: de la voz humana, incluyendo el uso de los celulares”, agregó.
Es así como en primera acción se han definido diferentes zonas, en las cuales se deberán adoptar determinadas conductas:
Zona A: Restricción de ruidos molestos.
• No se podrán sostener conversaciones. Para ello se deberá concurrir a la sala de espera.
• Se deberán mantener los celulares en modo vibración.
• Durante los horarios de descanso de los pacientes, se minimizará la circulación de equipamiento y personal estrictamente necesario.
Zona B: Minimización de ruidos molestos.
• Se podrán sostener conversaciones pero solo aquellas indispensables.
• Se deberán mantener los celulares en modo vibración.
• Los dispositivos como los televisores de las habitaciones en volumen bajo.
Zona C: Minimización de ruidos molestos.
• Se podrán sostener conversaciones en voz baja.
• Se deberán mantener los celulares en modo vibración y nunca usarlos en alta voz. Uso de auriculares permitido.
Consultada sobre qué los impulsó a implementar este programa, Welker señaló: “Fundamentalmente, aumentar la percepción de valor por parte del paciente, para que tenga una estadía más confortable y una recuperación más rápida al tratar de disminuir todos los factores que puedan interferir con la parte emocional que está atravesando”.