A comienzo del viernes 28 variaron a condiciones de estabilidad climática: días soleados, vientos leves de dirección sur – suroeste, temperaturas diarias medias a bajas que fueron incrementándose con el transcurso de las jornadas, buen tiempo hasta el final, en toda el área del SEA.
Los montos pluviométricos acumulados fluctuaron desde mínimos de 05 a 08 mm con máximos de 55 a 60 milímetros, dice el informe del Sistema de Estimaciones Agrícolas para el Centro Norte de la Provincia de Santa Fe, que difunde la Bolsa de Comercio de Santa Fe.
La inestabilidad y las lluvias se concretaron en toda la superficie del área de estudio, con una distribución geográfica muy heterogénea al igual que los milímetros caídos. Pero, continuaron siendo muy irregulares en el área centro – norte del departamento General Obligado, desde el distrito Avellaneda hacia el norte, en el límite con la provincia del Chaco y el departamento Vera, desde el distrito Garabato hacia el norte donde la recuperación de la cosecha gruesa fue escasa o nula.
Con escenarios ambientales muy favorables para la prolongación o consolidación de la recuperación y el cambio de los sembradíos en sus distintos estados fenológicos, como así también en sus aspectos generales, observándose en el campo, intensa coloración de los follajes y mejor desarrollo de las plantas, lo que originó buenas expectativas ante el nuevo panorama agrícola.
Para el intervalo comprendido entre el 02 y el 08 de febrero, los pronósticos prevén desde su inicio, estabilidad climática, soleado, temperatura diaria en ascenso, llegando a valores superior a 37 ºC, situación que a inicios del jueves 03 cambiaría con una alta nubosidad parcial o total, muy altas probabilidades de precipitaciones de variadas intensidades, en todos los departamentos del área de estudio, condición que variaría a inicios del sábado 05, con jornadas soleadas, registros térmicos acordes a la época del año y vientos leves de dirección sur – suroeste, buen tiempo, características que se mantendrían hasta el final del período, en toda el área del SEA.
Girasol
El proceso de recolección de los cultivares de girasol estuvo condicionado por las precipitaciones y los elevados porcentajes de humedad ambiente. Por ello, su ritmo progresó lentamente con el transcurso de los días y en los lotes maduros para la cosecha. En el área de estudio fue bajo el grado de avance.
En general, los rendimientos promedios se mantuvieron o fluctuaron entre valores mínimos de 10 – 12 a 14 qq/ha y rendimientos máximos de 30 a 32 qq/ha, con lotes puntuales de 34 qq/ha.
Los mismos fueron vistos por el sector productivo como interesantes, buenos a muy buenos. Pero, manifestando la inquietud por la numerosa presencia de palomas o cotorras, que afectaron y afectarían los capítulos florares.
Maíz temprano
La inestabilidad climática que reinó tres o cuatro días, según zonas geográficas del SEA, hizo que el cultivo de maíz temprano prosiguiera su evolución, de acuerdo al estadio fenológico en que se encontraba.
Continuó evidenciando el impacto del clima, fundamentalmente en las etapas finales de su desarrollo y con una muy heterogénea reacción al cambio climático que se produjo.
En la medida que fueron mejorando las condiciones ambientales, se prosiguió con el movimiento de equipos de picado/embolsado en las áreas de influencia de las cuencas lecheras, con menor ritmo.
En cuanto a los resultados obtenidos, se mantuvieron muy dispares, en general se logró un rendimiento promedio de 8 a 10 m/bolsa/ha pero, durante la recolección, el ambiente climático cálido y el material vegetativo seco a muy seco, alteraron no solo la cantidad del producto, sino también su calidad y con serias dificultades en la concreción de buenos trabajos.
A su vez, en la semana continuó lentamente el proceso de cosecha del cereal con destino comercial, en particular en los departamentos Vera y General Obligado.
Los rendimientos promedios oscilaron en mínimos de 40 – 42 qq/ha y máximos de 60 – 62 qq/ha.
Algodón
Ante la disparidad de las precipitaciones ocurridas en el área algodonera, el estado del cultivo se mantuvo muy variable, en equilibrio con el nivel de las lluvias de cada zona.
Donde el déficit hídrico y estrés térmico sufrido por los algodonales fue intenso, los rendimientos se verían afectados a la hora de la cosecha, por importante daño en el número de cápsulas retenidas o caída prematura de hojas, escaso crecimiento y generación de estructuras reproductivas.
Las aplicaciones de herbicidas y reguladores de crecimiento se realizaron muy puntualmente, a medida que el piso lo permitió y en el norte del departamento General Obligado, por la falta de agua en los perfiles o por las elevadas temperaturas, no se concretaron.
Soja de Primera
Un 90 % de los cultivares de soja temprana reaccionaron favorablemente a los cambios de las condiciones climáticas.
En el 10 % restante del área implantada, el impacto de la ausencia de precipitaciones y el elevado régimen térmico durante los primeros 16 días del año, dejó indicadores muy marcados, tales como, limitaciones en el crecimiento de las plantas, amarillamiento o marchitamiento de las hojas basales y en lotes puntuales, la pérdida de ejemplares por mortandad, realidad irreversible.
Soja de Segunda
El 70 % de los cultivares de soja tardía reaccionó favorablemente ante el cambio de las condiciones ambientales, se observó y chequeó en campo un buen crecimiento o desarrollo de las estructuras de las plantas y también variaciones en la coloración de las hojas. Un 20 % reaccionó más lentamente, dadas las precipitaciones irregulares y la etapa fenológica en que se encontraban. El 10% restante se detectó en situación irreversible, con pérdida de plantas por mortandad, especialmente en los lotes con limitaciones edáficas.
Se constató la presencia de orugas por lo que se realizaron aplicaciones de insecticidas y también de herbicidas, para el oportuno control de las malezas.