Paraguay sigue captando la atención de los inversores del rubro inmobiliario. La firma Fornasier, en un mano a mano con este medio, explicó las razones del crecimiento del Real Estate en este país. Llevan unos cinco años operando dentro de las fronteras paraguayas y advierten por qué es importante prestar atención a su desarrollo.
“Paraguay logró en los últimos años una aún incipiente diversificación económica, pero los rubros en los que se centró los pisó muy fuerte y sacó varias cabezas de ventajas a los países de la región. Logró controlar su inflación gracias a una disciplina fiscal, un crecimiento estable, un régimen tributario extremadamente simple que a muchos de nosotros los argentinos nos cuesta dimensionar”, detallaron.
Estas características derivaron en un incentivo para la inversión. Según comentaron desde la inmobiliaria, “una población mayoritariamente joven y con ganas de prosperar se puso manos a la obra. La cultura del trabajo es sin duda alguna uno de los motores del país. El paraguayo sabe que depende de él. Espera muy poco de ayudas externas, se remanga, estudia y trabaja de sol a sol. Sin dudas, factores dignos de ser imitados”.
Según Fornasier, la explosión inmobiliaria puede explicarse de forma similar a la Pirámide de Maslow: “Una vez satisfechas las necesidades básicas, una vez lograda la estabilidad, el paraguayo comenzó un proceso de sofisticación gracias a una mirada global”. Con esta nueva mirada empujada por esta nueva realidad Paraguay comenzó a diseñar un nuevo presente inmobiliario. Comenzó a densificar más la capital que en otra época era una suerte de gran barrio.
El crecimiento de la población, el encarecimiento de la tierra y un sistema vial ineficiente empujaron un desarrollo de verticalización de la ciudad. Primero fueron edificios corporativos que dieron lugar a una nueva dinámica de zonas de grandes casas quintas que se transformaron luego en un nuevo centro financiero, corporativo y de compras en la ciudad. Alrededor de este nuevo centro, se desarrolló una oferta de alta gama que hoy derivó a desarrollos de clase media, donde se encuentra el grueso de la necesidad del público paraguayo.
De acuerdo con la proyección de la inmobiliaria, se espera que la clase media paraguaya tenga un crecimiento en los próximos años de hasta tres millones de personas. Luego, aclararon: “A diferencia de la argentina, esta clase media tiene acceso a créditos del tipo hipotecario para la compra de propiedades de hasta 30 años de plazos y en moneda local. Esto, por supuesto, está generando un gran movimiento en el sector”.
Por otro lado, ocurre que Paraguay tiene una fuerte absorción de productos inmobiliarios por parte de inversores extranjeros, mayormente argentinos, uruguayos, españoles y chilenos. “Vienen atraídos por retornos que van desde el 4 al 9% en dólares. También por la facilidad en la compra, la seguridad, una carga impositiva baja, la cercanía y la reserva en la compra”, comentaron.
En Fornasier sostienen que este se trata de un buen momento para insertarse en el mercado inmobiliario paraguayo. “Estamos convencidos de esto por la sencilla razón de que las grandes oportunidades de inversión se dan cuando los mercados son tendencias, ya que pueden aprovechar los mejores costos y con ello maximizar los rindes. Cuando un mercado está de moda, estos costos aumentan y por ende los retornos disminuyen”.
En cuanto al costo de la tierra, aclararon: “Hoy todavía tenemos costos de tierra comparativamente más bajos que en el resto de la región. El costo del metro cuadrado en una zona caliente de Asunción podría oscilar entre los 700 y los 1000 dólares”.
También apuntaron: “Se pueden adquirir departamentos nuevos, entregados y alquilados con renta inmediata en dólares, empezando a cobrar al día siguiente de concretada la operación. También se pueden comprar departamentos de pozo, con un valor de 20 a 25% menor que el precio que tendrá cuando se entregue”.