Aumentaron las consultas por alquileres temporarios en barrios privados

Si bien los destinos turísticos con playas y montañas tienen más adeptos, la alta contagiosidad de la variante Omicron, hizo que se replanteen los lugares de vacaciones.

Se incrementaron las consultas por alquileres temporarios en quintas, casas en countries y en barrios privados. Si bien los destinos turísticos con playas y montañas tienen más adeptos (61% y 30%, respectivamente), el 8% elige disfrutar los primeros meses del año en este tipo de propiedades, según los datos que se desprenden de una encuesta nacional realizada en diciembre por el portal inmobiliario Zonaprop.

Respecto al boom que se registró el año anterior, la demanda para la temporada 2022 cayó alrededor de 20-30%. Sin embargo, esta tendencia viene cambiando ante la reciente explosión de casos de Covid-19 que sacude al país. En la última semana se incrementaron las consultas en el mercado de alquiler temporario de casas y quintas dentro de countries y barrios cerrados porque “como resurgió la pandemia, hay gente que –por temor a contagiarse- canceló su plan de ir a la Costa y entonces ahora llama para programar visitas y reservar alguna casa” así que estima que “otras vez se alquilará todo”.

En este mercado existen diferentes opciones, que cubren un amplio abanico de intereses y bolsillos. Principalmente éstas dependen de la calidad y sofisticación de los barrios privados en los que se encuentran las propiedades, la ubicación, la accesibilidad, así como del nivel de seguridad, de los servicios ofrecidos y del entorno.

Pero, más allá de las preferencias de cada inquilino, los brokers recomiendan siempre realizar algunas averiguaciones y tomar ciertos recaudos antes de definir el lugar para descansar.

  • Asesorarse correctamente

Aunque existe la posibilidad de alquilar vía dueño directo para evitar el incremento en los costos que implica involucrar asesores inmobiliarios, cabe aclarar que hay riesgos que ponderar. Incumplimientos y estafas, aspectos desconocidos del contrato, verificar condiciones y reglamentos, que la propiedad y el barrio cumplan con los deseos del inquilino, y afrontar costos ocultos, son algunos de ellos.

“Cada inquilino puede preparar una lista donde detalle cuál sería la mejor ubicación, qué servicios desea tener, si quiere que la propiedad tenga una piscina y cuántas habitaciones necesita como para poder hacer un filtro y de este modo poder ver las viviendas que mejor se adapten a las condiciones que busca. A su vez, hay que chequear los gastos que se incluyen y que esté todo muy claro en el contrato”.

No obstante, los honorarios por este servicio inmobiliario no es un tema menor: el inquilino abona el 10% del monto pactado en el contrato, mientras que el propietario debe pagar entre 5% y 10% adicional (aunque puede variar según la relación existente entre las partes).

  • Visitar la propiedad

Es importante “hacer una visita real” a la propiedad de interés porque “en la temporada muchas veces sucede que la gente se desespera y quiere alquilar de cualquier manera. Pero –advierte- no hay que basarse solo en fotos y videos ya que con un celular se puede mejorar mucho la calidad de las imágenes y hay truquitos de Instagram, Facebook y apps de edición” que pueden mostrar resultados engañosos.

  • Recorrer el barrio y la zona

Además se debe considerar si les gusta la casa elegida, conozcan el barrio o country porque “éste tiene que acompañar” sus preferencias. Deben evaluar si tiene o no despensa, colonia infantil y, en este último caso, si se permite que asistan niños de familias inquilinas. También si allí se estimula la vida social y si cuentan con restaurante “porque son las cosas que ayudan a pasar los días de descanso”.

  • Examinar detalladamente las condiciones

En cuanto a la documentación necesaria, se aconseja “verificar la legitimidad de los propietarios de la vivienda que se alquile y de las personas que firmen el contrato”. Por otro lado, es importante acordar si el canon locativo incluye los costos de los servicios de luz, gas, agua, televisión por cable o satelital, internet wifi, así como los honorarios del piletero, del jardinero y del personal de limpieza (si lo hubiera).

El servicio de internet es muy buscado por la gente que tiene que trabajar desde la casa y por las familias, para que los chicos puedan conectarse en la virtualidad y entretenerse por la noche. El tema es que hay barrios donde la señal no es buena. Hay que verificarlo antes.

Por otro lado, hay que consultar si autorizan llevar mascotas a la casa que se pretenda alquilar y cómo son las normas al respecto que establece el complejo.

En tanto, las familias con niños deben asegurarse que los dueños de la vivienda no hayan establecido restricciones de edad: “Algunos propietarios prefieren no alquilar cuando hay inquilinos con chicos pequeños por miedo a los daños que puedan producir, como pintar paredes. Hay otros que sí lo hacen pero deciden cobrar un depósito un poco más alto para resguardarse, por si luego tienen que hacer algún arreglo. Pero, otros dueños no tienen inconvenientes ni fijan limitaciones”.

También se sugiere averiguar tanto si el dueño como el complejo permiten tener invitadosrealizar fiestas y “qué espacios comunes del barrio o country puede usar el inquilino temporario. Por ejemplo, la pileta del Club House, la cancha de golf o las de tenis”.

A su vez, destaca que deben considerarse algunos requisitos que, por lo general, todos los barrios privados solicitan: antecedentes policiales y de conducta (si antes hubiesen alquilado en otro barrio o country), seguro de vida y de los vehículos que esté al día, y el compromiso a respetar las normas de seguridad y de convivencia del barrio.

  • Contratos con inventario

Más allá de las cláusulas que todo contrato de alquiler debe comprender, hay particularidades de este tipo de propiedades a analizar previamente. Como en cualquier otro acuerdo de renta de un bien amoblado, se debe suscribir un contrato entre las partes, en el que todo se encuentre detallado. Inclusive, es habitual anexar un inventario completo del estado de la propiedad al momento de tomar posesión. Éste debe comprender el equipamiento, el funcionamiento de los servicios y de sus instalaciones (en algunos casos se realizan filmaciones a modo de evidencia adicional).

Hay que chequear que todos los elementos eléctricos y las cañerías de desagüe funcionen correctamente, además de hacer una revisión general para no tener sorpresas durante la estadía.

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