Un informe de la consultora Abeceb proyectó un crecimiento de la actividad económica este año. No obstante, el incremento en los sectores de mejor performance “no llegará ni a la mitad del rebote que registraron durante este año”.
Así, en el caso de la siderurgia, si bien este año, el sector creció 31,5 por ciento, en 2022 tendrá un avance, pero del 4,8 por ciento. Respecto a la fabricación de aparatos domésticos, en 2021 tuvo un repunte de 46,9 por ciento y para el año que viene prevé subir 16,1 por ciento.
En el sector de la electrónica de consumo, el trabajo también señala que al salto de 54 por ciento que tuvo este año, le seguirá otro incremento, pero de 15 por ciento. En tanto, para la minería, indica que este año subió 20 por ciento la exportación, y en 2022 se incrementará 9,3 por ciento.
Además, se prevé que la industria farmacéutica en 2022 aumentará el 4 por ciento, quedando a la mitad del 8,9 por ciento de este año.
Bastante más inferior que en el sector de la producción automotriz, ya que, de 56,2 por ciento de este año, pasará a subir otro escalón, pero de 8,3 por ciento. Y similar a la construcción, que en 2022 tendrá una mejora al ritmo del 4 por ciento, contra este año que habría alcanzado el 30,2 por ciento.
En esa línea, la venta de maquinaria agrícola, se incrementará el 2,7 por ciento en 2022, contrastando con el 14,4 por ciento de este año.
Con respecto a la producción agrícola, el informe de Abeceb sostiene que la cosecha se mantendrá estable en 2022, con un incremento de sólo 0,3 por ciento, contra un aumento de 28,4 por ciento que tuvo este año. La molienda de soja crecerá 2,1 por ciento (17,4 por ciento en 2021) y la de trigo 4 por ciento (se recupera de la caída de este año de 3,9 por ciento).
En el caso de los fertilizantes, la venta aumentará 1,5 por ciento contra el avance de 12,8 por ciento de este año.
Y para la economía del conocimiento y servicios, prevé que podría ser uno de los sectores de mayor avance en 2022. La misma suerte podrían correr los servicios presenciales (gastronomía, hotelería y entretenimiento), beneficiados por menores restricciones y por la “revancha del consumo”.
“La economía ingresa a 2022 con debilidad política y una macro desafiada, con las autoridades obligadas a hacer algunas correcciones (tarifas y déficit fiscal), alta inflación y crecimiento modesto”, indica el trabajo,
En efecto, para el sector productivo, el gran desafío pasa por gestionar alta incertidumbre de corto plazo, reflejada en la presión cambiaria, un contexto de reservas declinantes en el Banco Central y crecientes expectativas de devaluación.
Ahora bien, los servicios también tienen sus complejidades. Las licitaciones de obra pública avanzan a buen ritmo, aunque con pagos “tensados”. En materia tarifaria, se anunció un ajuste promedio del 20 por ciento que, según Abeceb, “no alcanza a compensar el atraso” ya que la inflación acumulada en los últimos dos años impide una normalización de corto plazo.
Para el petróleo y gas, el desafío está en asegurar el abastecimiento interno. Para el petróleo, el diferencial está en manos de aquellos capaces de exportar. Para el gas, el Plan Gas avanza favorablemente, más aún en un contexto de aumento de precios del GNL a nivel mundial.
