Los cambios generados por la pandemia de Covid19; también se ven reflejados en las organizaciones laborales y los planes de las empresas para 2022. Y si bien muchas empresas empezaron a retomar la rutina, ninguna lo ha hecho como ocurría hasta marzo de 2020.
En este marco, desarrolladores, consultores, y los mismos directivos de grandes compañías coinciden, en que el formato tradicional de oficinas exclusivas para los altos directivos, de salas de reuniones para tratar temas puntuales, y ubicaciones comunes para el resto del personal, quedó atrás.
De este modo, se impone el espacio colaborativo y hoy más de una empresa busca generar ambientes con más metros cuadrados donde todos puedan estar trabajando de manera mancomunada.
“Los espacios de trabajo cambiaron. Ya no hay despachos para el CEO o el máximo director, todo se comparte y se trabaja en una organización horizontal”, comentó Juan Querol, de la consultora Cushman.
En esa línea, Gabriel Caruso, de Colliers, señaló que, a partir de la vacunación, todo empezó a reevaluarse y se empezó a virar hacia espacios colaborativos. “La realidad es que el mundo en el que trabajábamos pre pandemia cambió, hoy se puede trabajar desde cualquier lugar y hay que encontrar lo mejor según el tipo de trabajo. Seguirá existiendo la oficina, pero diferente, porque todos aprendimos a trabajar desde casa, con ventajas, y desventajas”, amplió.
Así, se destaca una nueva dinámica donde, las tareas que son de concentración, individuales, pueden hacerse desde el hogar, pero cuando son en grupo, todos los sistemas de reuniones virtuales que fueron surgiendo ya no alcanzan. “Faltó algo que es lo que no está escrito en ningún lugar, que es lo que pasaba después de una reunión presencial, la charla posterior con el compañero, cliente, esos encuentros informales que siempre dejaban nuevos conceptos y conclusiones”, comentó Caruso.
Por su parte, Mabel Ciancio, Founder de espaciosYA!, dice que continuar con un esquema 100% remoto ya no es una opción en muchos de los sectores, por la baja en productividad e innovación. Del mismo modo, hoy es impensable un regreso a la presencialidad todos los días de la semana.
Por otro lado, hay una demanda actual de oficinas que se conforma con un mix de empleados corporativos, profesionales, emprendedores y micro pymes. Todos ellos prefieren espacios de cowork cerca de casa, dónde se pueda llegar caminando o en bicicleta.
De este modo, ganan presencia las oficinas con mayor cantidad de metros cuadrados sin divisiones, con lugares compartidos, donde quizás se diseñe alguna sala de reuniones para situaciones especiales, pero no quedan unidades privadas y exclusivas. Es decir, se ceden esos metros cuadrados de oficinas exclusivas para espacios colaborativos y se reorganizan para diferentes actividades.
Y responde a una nueva tendencia llamada Activity Based Working, el trabajo basado en la actividad. Una estrategia con múltiples opciones para dar soporte a una variedad de actividades, que en lugar de forzar a las personas a trabajar en un solo entorno, ancladas en su escritorio, permite que cada uno elija el lugar más adecuado para llevar a cabo su tarea. Los beneficios son múltiples y van desde una mayor satisfacción y productividad de los empleados hasta una disminución de los gastos de operación de la empresa.
De cara al 2022, lo que sucedió es que muchas empresas se achicaron, otras dejaron una pequeña oficina en microcentro y armaron células más descentralizadas, para estar más cerca de sus empleados, y otras modificaron sus espacios para adaptarse a las nuevas tendencias. Por lo cual, los precios ya bajaron en sintonía al aumento de la oferta, repercutiendo también en una caída de la renta. Y ese es el camino que seguirá firme el año próximo.