El presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Sergio Massa, salió a culpar a la oposición de que les llegarán menos recursos a las provincias, tras haber rechazado el unilateral cálculo presupuestario del Poder Ejecutivo Nacional.
Massa, el que pretendió en su momento diferenciarse del kirchnerismo, no era más que portador de sus peores formas de relacionamiento con el mundo político, entre las cuales se encuentra su “ley del látigo” en donde requieren -como lo vivieron inclusive los gobiernos peronistas de Mendoza- subordinación total y absoluta a los designios de la Casa Rosada y, recién verificada la lealtad sin matices, ejercer su versión del “federalismo”: dar (hasta lo que corresponde, ni más ni menos) a cambio de silencios y apoyos sumisos.
En un hilo dominguero de Twitter, quien todavía algunos incautos miran como una versión “potable” en la sucesión presidencial y creen poder diferenciar tanto de la poderosa e inteligente Cristina Kirchner como del incalificable Alberto Fernández, lanzó su acusación y advertencia, en tono de amenaza.
“Como Presidente de @DiputadosAR y ante el rechazo por parte de la oposición del Presupuesto General de la Nación, es mi obligación informar a los gobernadores y gobernadoras sobre las consecuencias en el cálculo de recursos para las provincias”, dijo Massa en el primero de sus tres comentarios en un hilo por la red social Twitter.
“Son ellos y ellas quienes deberán definir si rehacen sus presupuestos o si recortan gastos por la caída de recursos para cada provincia”, prosiguió el legislador y hombre clave en la coalición del Frente de Todos, que agregó un “Informe General” que -dijo- enviará “a cada gobernador de manera individual el informe para que tomen la decisión correspondiente”.
Massa, el antikirchnerista más kirchnerista, completó mensaje señalando en su tercer posteo: “A partir de la reconducción del Presupuesto 2021, que por DNU deberá llevar adelante el PEN, entiendo que el Presidente deberá convocar a cada gobernador para rehacer el cálculo de recursos sobre los convenios de inversión pública que se puedan llevar adelante en cada provincia”.
La negociación es la base de la política. Se hace con diálogo. Es un juego de tensiones, pero cuando se llega a posiciones fundamentalistas y absolutas, fracasa la democracia: lo que se está queriendo ejercer es una extorsión a la sociedad con un tácito “si no me votan, serán castigados”, que es lo que queda del mensaje de Massa.
Lo curioso de todo esto es que el radicalismo hoy por hoy es presidido por un gobernador como Gerardo Morales que gobierna su provincia junto al massismo, y hay massistas aliados con la UCR y el PRO aquí también, en Mendoza, de allí que la política se muestra poco clara, opaca, juguetona con los intereses en común de la ciudadanía y poco responsable.
Los diálogos se dan antes y no se imponen después, para eso existe un Parlamento. Si se quiere gobernar -como ya ha sucedido- tracción a decretos presidenciales, o bien -como ahora- culpando a la ciudadanía de la derrota electoral en lugar de escuchando el mensaje que se les dio en las urnas, poco tendrá que ver con el sano ejercicio de la política, acercándose más a las mañas que terminan hartando a todos, como ya sucediera hace exactamente 20 años.
En aquel momento, ni unos ni otros se salvaron, por más que ahora Fernández quiera separarse del 2001 poniéndose como “víctima” de los sucesos agitados desde sectores las dos principales fuerzas del país, cuando tampoco se pusieron de acuerdo en poner primero el interés común e intentaron salvarse solos. Como ahora.
El tuiteo de Massa
Como Presidente de @DiputadosAR y ante el rechazo por parte de la oposición del Presupuesto General de la Nación, es mi obligación informar a los gobernadores y gobernadoras sobre las consecuencias en el cálculo de recursos para las provincias.
— Sergio Massa (@SergioMassa) December 19, 2021
Por Gabriel Conte,
Director del diario Memo