Elon Musk es un hombre ambicioso, un empresario con gran ímpetu que muy a menudo consigue grandes logros como se encuentra con grandes obstáculos.
Si el futuro fuer tal como Musk se lo imagina la humanidad comenzaría a realizar serios planes para colonizar Marte antes de que termine el siglo. También nos encontraríamos con una buena parte de la población mundial con implantes en el cerebro. Para uno de estos desarrollos existe Space X, para el otro Neuralink.
El anuncio
Musk ha señalado recientemente que espera que las primeras pruebas de la implantación de microchips neuronales en personas se realicen en 2022.
La progresión que sostiene la predicción es la siguiente. En 2020 se realizaron pruebas en cerdos, en 2021 en monos macacos, el año que viene le toca a los humanos.
Es importante mencionar que el empresario ya ha anunciado anteriormente fechas para el comienzo de de las pruebas en seres humanos. Primero fue 2020, luego 2021 y naturalmente ahora es 2022.
Como es sabido por casi la totalidad del planeta, las exigencias éticas y de seguridad para realizar ensayos clínicos en seres humanos son algo más altas que las que existen para los ensayos con animales.
Reparar el cerebro humano
La idea detrás de Neuralink es bastante noble. Hasta donde sabemos no se trata de convertir a la humanidad en una raza de cyborgs a las órdenes de Elon Musk.
Los implantes están diseñados para reemplazar neuronas defectuosas o ausentes al actuar como puentes entre las que están presentes. De esta manera permitirían la recuperación de funciones perdidas debido a lesiones neurológicas o espinales.
Estas bondades ya han sido comprobadas en los animales mencionados.