Aneurisma de Aorta Abdominal: un enemigo silencioso

Por Milano Santiago
Cirugía cardiovascular
Cirugía torácica

La aorta abdominal es la principal arteria del abdomen que distribuye sangre a los órganos abdominales y a los miembros inferiores. Cuando se dilata, y su diámetro supera los 3 centímetros, se lo denomina ANEURISMA DE AORTA ABDOMINAL (AAA).

Como es una enfermedad que no da síntomas, la ruptura inesperada del AAA ocasiona una hemorragia interna que tiene altísima mortalidad (cercana al 80 %) aún en centros de alta complejidad asistencial. Sin embargo, si se detecta y trata oportunamente, el riesgo de mortalidad baja a menos del 5 %.

Actualmente, gracias a los nuevos métodos de diagnóstico por imágenes, puede
lograrse su detección precoz. Además, hoy se cuenta con técnicas seguras de tratamiento que han mejorado notablemente el pronóstico de ésta grave enfermedad.

Los AAA existen en el 6% de los mayores de 60 años y son más comunes en hombres que en mujeres (proporción 8:1). Tienen mayor probabilidad de desarrollarse en pacientes hipertensos y fumadores. Asimismo, tienen una tendencia hereditaria. Es decir si los padres o hermanos han tenido AAA, aumenta la posibilidad de padecerlo.

Es muy común que los AAA sean detectados por un examen clínico de rutina (hallazgo en paciente asintomático) o a partir de estudios por imágenes. Como puede ser, por ejemplo, por una Ecografía o Tomografía de abdomen solicitada por un Urólogo, Ginecólogo o Clínico o por una Resonancia Magnética de columna requerida por un Neurólogo, Neurocirujano o Traumatólogo.

Pero el método por excelencia, para su diagnóstico y planificación de tratamiento, es la Angiotomografía Multislice. Este estudio brinda la información necesaria para definir el tamaño y características anatómicas del aneurisma y así decidir cuál es el mejor método terapéutico. Las guías mundiales recomiendan su seguimiento anual con tomografía y comenzar a tratarlos cuando llegan a 5 o 5,5 centímetros de diámetro.

Existen dos métodos eficientes de tratamiento:

– La Cirugía Convencional apta para pacientes en buen estado general y riesgo cardiorrespiratorio bajo. Se accede a través del abdomen y se reemplaza la aorta aneurismática por una prótesis vascular continua. Requiere anestesia general e internación de 5 a 7 días aproximadamente.

– La Cirugía Endovascular, tratamiento menos invasivo, es adecuada para pacientes de edad avanzada y mayor riesgo (padecen enfermedades asociadas o han tenido múltiples operaciones abdominales previas). Consiste en un abordaje endovascular, sin necesidad de incisiones abdominales, que se efectúa a través de un cateterismo de las arterias de la ingle. Se logra la “exclusión” del AAA colocando en su interior una Endoprótesis o “stent recubierto” que aisla el AAA, evitando su expansión o ruptura. Puede hacerse con anestesia peridural o raquídea o incluso, en casos seleccionados, con anestesia local. Requiere de una internación de 48 a 72hs aproximadamente. Y los controles post operatorios alejados requieren tomografías periódicas.

Tanto la cirugía tradicional como la endovascular, efectuadas en forma programada, tienen excelentes resultados con riesgos inferiores al 5% (recordar la mortalidad de 80 % en aneurismas rotos o complicados con intervenciones de emergencia).

En nuestro grupo multidisciplinario, en el Sanatorio Los Arroyos, la decisión de cuál es el mejor método para cada paciente individualizado se toma en equipo. Los Servicios de Cirugía Torácica y Cardiovascular (Cirujanos Especialistas) y Diagnóstico y Tratamiento Endovascular (Cardiólogos Intervencionistas) se reúnen junto a los Médicos Clínicos del paciente para ofrecerle al mismo la mejor opción de tratamiento para su enfermedad.

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