Sergio Seisdedos, Gerente de Fridevi, comenta el esfuerzo exportador que viene haciendo el frigorífico patagónico. Las alianzas con productores, clave para contar con novillos pesados.
Fridevi S.A. es una empresa rionegrina integrada por la Asociación de Cooperativas Argentinas y la Cooperativa de Patagones y Viedma Ltda. Cuenta con un frigorífico exportador de carne vacuna, un feedlot con capacidad para 5.000 cabezas, una planta de procesamiento de porcinos, una de embutidos y un centro de distribución para el consumo interno. Pocos días después de la apertura de Japón a la carne bovina cruda de la Patagonia argentina, la firma fue habilitada para exportar a ese destino y ya concertó los primeros negocios con el codiciado mercado asiático. Un hecho histórico para el país.
“Llevo unos cuantos años en la firma, junto a algunos miembros del directorio y al equipo que me acompaña. Desde el inicio, como matadero regional, nos propusimos desarrollarnos en base a un mix consumo-exportación en la Patagonia. Por eso, hoy, embarcar a Japón, no es un hecho aislado. Tenemos una fuerte cultura de inversión, crecimiento y trabajo conjunto con los productores para contar con la hacienda que los mercados demandan”, dijo a Valor Carne, el Cr. Sergio Seisdedos, Gerente General de Fridevi desde 1993.
A comienzos de 2000, la compañía diseñó un plan de inversiones para atender los mercados internacionales. “Luego de pasar por las crisis económicas y sanitarias, en 2003, comenzamos la remodelación de la planta, con un desembolso de más 6,5 millones de dólares, que incluyó la faena, la despostada, las cámaras frigoríficas y nuevos corrales. De este modo, llegamos a una capacidad para procesar 8.000 cabezas mensuales. Se hizo todo a pulmón, con capital propio y con el apoyo de nuestros accionistas, sin créditos ni subsidios del Estado”, recordó. En septiembre de 2007, la empresa fue habilitada para exportar a la Unión Europea y obtuvo un cupo de la Cuota Hilton. “Fue un primer hito, no había ni hay en la región otro frigorífico vacuno con ese estatus”, reveló.
En febrero de 2013, cuando la zona dejó de vacunar contra la aftosa, se cerró la barrera sanitaria del Río Colorado. Se prohibió el ingreso de hacienda desde la región con vacunación, lo cual implicó un gran desafío para la empresa. “Fue un momento complicado, habíamos hecho una enorme inversión para poder exportar. Hasta ese año, embarcábamos 360 toneladas de Hilton y veníamos creciendo. Pero, con el nuevo estatus sanitario, sólo podíamos contar con novillos de la zona, que no abundaban. Esto nos hizo cambiar el negocio. Además, los productores preferían hacer animales livianos, les resultaba conveniente. Entonces, hubo que desarrollar nuevas reglas de juego para la compra de hacienda”, rememoró.
El frigorífico decidió seguir apostando a la exportación, creando un grupo de productores regionales especializados en novillos pesados y, para ello, implementó convenios en base a bonificaciones. “A través de la Cooperativa de Patagones se los invitó a suscribir un compromiso de abastecimiento. Queríamos saber qué cantidad de cabezas iban a engordar para exportación y en qué momento del año las tendríamos en la planta. Les pagamos un adicional por kilo en gancho, tomando como referencia el valor de una industria líder de Buenos Aires. Aparte el productor ahorra en flete, con lo cual el diferencial de precios es importante”, resaltó. Y prosiguió: “por nuestro lado, apostamos a que en un futuro, con el estatus de libre de aftosa sin vacunación, lograríamos acceder a los mercados más exigentes. Así, con una faena de unos 5.500/6.000 vacunos mensuales, hicimos unas 200/240 toneladas de Hilton todos estos años”.
De cualquier forma, aclaró que “en la Patagonia, no es sencillo lograr gran cantidad de materia prima para exportación. Aquí, el novillo de consumo siempre tiene un precio mayor que al norte del Río Colorado”.
Mirando al consumo
Ante la nueva realidad sanitaria, que impidió el ingreso de carne con hueso desde la zona con vacunación, Fridevi decidió reconvertir su estrategia buscando aprovechar el potencial del consumo patagónico.
Si bien desde 2012 ya contaban con un feedlot, lo ampliaron a una capacidad de 5.000 animales, con modernas instalaciones. “Engordamos hacienda propia y de la cooperativa, o sea de productores relacionados con nuestro grupo económico. Esto nos permite cubrir baches estacionales de oferta de hacienda liviana regional”, argumentó Seisdedos, señalando que además construyeron un centro de distribución para varias provincias, en la ciudad de Allen.
Por último, en 2016, invirtieron en una nueva planta de faena y procesamiento de porcinos de más de 2.000 metros cuadrados, para optimizar la logística con embutidos. “En este caso, también realizamos una alianza con un criadero de Río Negro, para contar con capones de alta calidad todo el año “, agregó, reiterando la visión estratégica corporativa. “Si llegáramos a exportar un porcentaje mayor de carne vacuna, el cerdo podría tener un rol muy activo en el mercado interno regional”, pronosticó.
A Japón, volando alto
Fridevi cerró dos contratos de prueba con un trader internacional para embarcar al país asiático. “Está previsto para el 16 de julio, mandar una primera carga aérea de 200 kg de bifes y lomos. Unos días después, haremos un envío marítimo de 11 toneladas, con un set de cortes. Son todos productos envasados al vacío, en forma individual, en cajas de 13/14 kg y provienen de novillos de 450 a 500 kg, Hereford, Angus o careta, de excelente genética. Una vez que los consumidores los prueben, veremos qué nos dicen y cómo seguimos con la operatoria”, sostuvo Seisdedos, aludiendo a la fama de la carne argentina en Japón, a pesar de no haber llegado jamás a ese mercado.
“Los clientes vinieron varias veces a visitarnos, desde fines febrero, querían conocernos, ver cómo trabajamos. Les explicamos que necesitamos bonificar a los productores para contar con la materia prima. Y que sería importante embarcar un conjunto de cortes para poder hacer un programa de envíos duradero”, manifestó. Por eso, subrayó: “aunque los valores pueden ser interesantes, somos muy prudentes. Nos gustaría ver qué cortes comprarán en forma habitual y, en función de ello, diseñar el negocio”, planteó.
El gerente anticipó que la idea del frigorífico es ampliar los convenios con los productores. “También se puede enviar carne de feedlot, aunque del mismo modo que para la Hilton, la restricción está en la disponibilidad de novillos pesados. En la Patagonia es más caro producir a grano. Si bien hay maíz local, no nos alcanza, tenemos que comprar en otras regiones”, contó.
Para finalizar, Seisdedos destacó el buen momento de la exportación y la consistencia con la que se ha trabajado últimamente en la apertura de mercados. “Japón es una muestra de ese accionar de nuestro país y un destino auspicioso para la Patagonia que, aunque con pequeños volúmenes, podrá seguir desarrollando su potencial. En Fridevi somos más de 400 familias que vivimos directamente de la empresa y creemos que es un verdadero desafío enfrentar las nuevas oportunidades”, concluyó.
Por Liliana Rosenstein, Editora de Valor Carne