El titular de Goodfellas, una de las marcas de cerveza artesanal que está exhibiendo mayor crecimiento en la ciudad y la región, Mauricio Durán, se refirió a la ordenanza aprobada la semana pasada en el Concejo de Rosario, que regula el expendio de cerveza artesanal en envases retornables o descartables de hasta cuatro litros, para su consumo fuera de los locales.
“Hay que bajarlo a algo más real, es decir, que garantice la calidad y esterilización del producto, porque el envase se desinfecta rápido, pero si el producto está mal, vas a desinfectar el envase y vas a tener el mismo problema”, explicó Durán, quien viene creciendo a pasos agigantados con Goodfellas Boutique Station, una estación de recarga de growlers que abrió en Rosario a fines de 2017 y ya se expandió con franquicias a Funes y Chaco.
Concretamente, la ordenanza impulsada por el concejal socialista Enrique Estévez, establece que los comercios deberán contar con un espacio designado para la correcta higiene de los envases retornables y que en cada ocasión de llenado se deberá rotular el growler con la información de la bebida.
La etiqueta deberá precisar, además, la denominación de venta de la bebida con indicación de la marca o nombre de fantasía del fabricante, declaración del contenido alcohólico en porcentaje, fecha de embotellado y una leyenda que indique: “Conservar en frío. Consumir preferentemente dentro de las 48 horas de embotellado”, al igual que “Beber con moderación” y “Prohibida su venta a menores de 18 años”.
A juicio de Durán, “el problema hay que atacarlo de raíz y controlar verdaderamente qué se está produciendo y envasando; porque envasar, te pueden envasar cualquier cosa y eso es lo más perjudicial”, aseguró. Si bien consideró que hay fábricas que están apostando a la tecnificación, apuntó que eso “no alcanza si no viene acompañada de ciertas normas” vinculadas al control de la producción.
El joven emprendedor rosarino sostuvo que, a partir del “boom” del rubro “hay mucha producción de cerveza artesanal con materias primas de baja calidad y adulteraciones para abaratar costos”. Y, en ese sentido, subrayó: “Que sea artesanal no significa que sea de calidad. Para competirle a Buenos Aires u otras regiones, hay que gastar plata en el producto y hoy en día se está haciendo todo lo contrario: se prioriza la venta por sobre la calidad del producto. Nosotros, en cambio, tenemos un precio por encima de la media, pero nuestro producto es de calidad”.
REDACCIÓN ON24